El hijo de Ancelotti no dudó en su reflexion
El Real Madrid volvió finalmente a la actividad y luego de un parón de selecciones que se hizo eterno a lo largo de las dos últimas semanas. Los hombres de Carlo Ancelotti no tenían margen de error en Butarque. Davide Ancelotti se lo dijo a Vinicius al llegar al túnel de vestuarios al descanso. Era penalti.
Se llegaba después de un triunfo frente a Osasuna donde el conjunto blanco recuperó algo de pegada y memoria perdida en estas últimas semanas. Se viene la última parte de un 2024 que ha tenido momentos de todo tipo y donde con Carlo Ancelotti a la cabeza, el Real Madrid se encuentra obligado a prácticamente sumar 3 puntos en cada uno de sus compromisos.
Tocaba visitar a un Leganés que llegaba al choque como 14 en la tabla de Primera División en España y que como recién ascendido ni mucho menos iba a resignarse a buscar la épica frente al actual campeón del certamen. Jornada para los valientes e igualmente para que se empezasen a ver rotaciones pensando en Anfield. Los blancos compiten contra todo y contra todos.
“Es un penalti muy claro…”, le dijo Davide incluso con la tablet en mano a Vinicius mientras los jugadores entraban al túnel en el descanso. Hablamos de la jugada del minuto 36 y en la que le pegaron una patada al brasileño que habría sido penalti. Ni el árbitro ni el VAR valoraron. Mucho enojo en el camino a vestuarios.
Tanto Davide como Vinicius no podían creer el lanzamiento desde los 11 pasos donde los blancos habrían podido adelantarse antes del gol de Mbappé a pase del brasileño. Los de Ancelotti no entendieron si quiera que desde el VAR no se llamase al colegiado para repasar la acción.
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