El inglés vuelve a anotar dejando un repertorio de su gran calidad
El Real Madrid necesitó dos zarpazos ante el Atalanta para poner tierra de por medio en Bérgamo. Si Mbappé y Vinicius ya habían marcado sus goles, ahora le tocaba su turno a Bellingham.
Fue en un balonazo de muchos metros, desde campo rival, al que Bellingham dejó que le superara por alto para poder tener mejor control del esférico. Y ahí sacó a relucir el ADN de Di Stéfano.
Tuvo la tranquilidad para controlar, recortar y perfilarse hacia el centro. Con su izquierda, su pierna menos buena, mandaba un disparo a ras de suelo para lograr el tercer gol.
Si los merengues se presentaban en Bérgamo ante un equipo que no ha perdido en esta Champions y que solo habían encajado un gol, el Real Madrid ha roto con todo eso.
Ya han conseguido anotar 3 tantos, aunque todavía no está cerrado un encuentro en el que necesitan ganar para ascender en la clasificación europea.
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