La competición alternativa que propone el presidente del Madrid sigue en el centro del debate
Sorprendió Florentino Pérez cuando anunció, va a hacer ahora cuatro años, el proyecto de una competición alternativa a la actual Champions League, que se denominó Superliga. La iniciativa del presidente del Real Madrid tiene la intención de que los clubes generen más ingresos y éstos sean gestionados directamente por los equipos, además de atraer al público joven con el objetivo de dinamizar y recomponer el fútbol del futuro. El nuevo torneo podría estar más cerca de dar el pistoletazo de salida, puesto que la semana pasada A22 Sports, empresa promotora, anunció a través de un comunicado que ha iniciado ya el proceso, junto a la UEFA y a la FIFA, para tener “el reconocimiento oficial de nuevas competiciones de fútbol europeo de clubes”.
Sin embargo, esto no es óbice para que algunos hayan mostrado su rechazo a la idea. En estos momentos, de los clubes fundadores de la Superliga (Real Madrid, Manchester United, Juventus, Milan, Chelsea, Arsenal, Atlético de Madrid, Inter de Milán, Liverpool, Manchester City, Tottenham y Barcelona), sólo dos continúan con la idea -Madrid y Barça-, ya que muchos sucumbieron ante las presiones de diferentes gobiernos y organismos, entre los que cabe destacar el Ejecutivo del Reino Unido, así como la UEFA que preside Aleksander Ceferin.
Uno de los puntos por los que destaca la Superliga, sin duda, es el de la promesa de una mayor audiencia, pues existe una clara intención de ofrecer los partidos en abierto y no en caros paquetes televisivos, como sucede actualmente con nuestro fútbol. “El fútbol debe buscar una forma más sostenible de funcionar que a través de subastas. Productos de un interés amplio tienen un atractivo renacido para la publicidad. Se debe ofrecer a precios muy asequibles. Es la manera de pelear con la piratería. Así se ha salvado el negocio de la música, el cine y ese es el camino que también han tomado la F1, la NFL o la NBA”, señaló hace pocos días Bernd Reichart, Director General de A22 y, por tanto, como portavoz de la Superliga, que ahora ha llamado a denominarse Liga Unify.
Fernando Roig, el presidente del Villarreal, es el último agente de un club en haberse puesto en contra de la Superliga. El dirigente del equipo castellonense ha defendido que no cree en el proyecto que abanderan el Madrid y el Barça, arguyendo que él apuesta por la competencia y los modelos actuales de los torneos existentes, tanto nacionales como a nivel continental.
“Yo no veo una Superliga, no creo en ella en absoluto, yo creo en la competencia, por lo que veo bien la competición en la que estamos y la que existe en Europa. Este año es nueva [el formato de la Champions] y vamos a ver cómo evoluciona la fase de grupos, como acaba y como vienen las eliminatorias”, señalaba Roig este martes, en medio del brindis navideño del Villarreal.
Roig también se ha mostrado reacio al modelo de la Euroliga de baloncesto, al pensar que deben estar “los que se lo ganen deportivamente en la cancha y no tiene por qué haber equipos que estén fijos”. “En mi opinión, lo que hay que mejorar es lo que estamos mejorando: el control económico, buenas instalaciones, equipos competitivos… Si vemos lo que había hace 15 años y lo que hay ahora, no tiene nada que ver”, ha manifestado Roig.
El presidente del ‘Submarino Amarillo’ ha subrayado la apuesta por la cantera, ya que, según Roig, son los clubes los que hacen que “la cantera y el fútbol español suba, no son las federaciones, somos nosotros”. “Luego, hay otros que se pueden poner las medallas, pero la cantera la trabajamos los clubes de Primera y Segunda División, que son los que hacemos el gran esfuerzo”, remató el presidente del Villarreal.
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