Le buscaron, pero supo aparecer en el momento clave
Veníamos de la polémica sucedida en Mestalla, con una expulsión a Vinicius tras unas imágenes sesgadas del VAR que no enseñaron el golpe que recibió el brasileño por parte de Dimitrievski. Tampoco el cuento que le echó el portero del Valencia ya que no le mostraron la mejor toma posible a Soto Grado para que valorara la acción en toda su totalidad y no solo la última parte.
Pero parece que en el Mallorca tenía bien estudiado el guion. Y es que estaba cantado que iban a saltar las chispas entre Vinicius y Maffeo, sobre todo porque el lateral bermellón fue a buscar de una manera muy poco deportiva al madridista. Lo hizo en los primeros minutos en los que le dio una patada sin balón y fingió una agresión, muy similar en su actuación a la del portero del Valencia. Pero en esta ocasión el colegiado no picó.
El lateral del Mallorca buscó sacar del partido a Vini con este tipo de comportamientos, sin embargo el madridista quería centrarse en el fútbol y en el peligro que su equipo estaba llevando. Es cierto que durante el primer tiempo no desbordó por banda y eso lo estaba echando de menos el equipo, ya que le faltó abrir más el campo para que el rival no se encerrara por el centro.
Sin embargo, sí que estuvo con mucha movilidad entre líneas, algo de lo que se aprovecharon Bellingham y Mbappé. La continua vigilancia sobre el brasileño les permitió a sus compañeros poder combinar entre líneas con más facilidad, dándole mucha velocidad al balón cada vez que podían ser verticales. Pero el ‘7’ tenía que dar ese paso al frente sobre la portería rival.
En la segunda mitad parecía que iba a seguir por el mismo camino, hasta que recibió un balón de Mbappé, ganó la línea de fondo y puso un gran centro para Rodrygo. Su cabezazo se fue al palo, pero la jugada acabó en el gol de Bellingham, que acercaba al Real Madrid a la final de la Supercopa. Fue determinante Vinicius apareciendo en el momento justo en el que tenía que hacerlo,
Con el Mallorca teniendo que buscar el tanto de la igualada, los espacios atrás le permitieron empezar a generar mucho más peligro. Primero con una jugada que a punto estuvo de ser un gol antológico. Y después conduciendo una contra, soportando las faltas que le hicieron y que a punto estuvo Mbappé de convertir, pero que terminó en saque de esquina.
Los fogonazos de Vinicius volvieron a ser suficientes para que el Real Madrid consiguiera colarse en la final de la Supercopa. Dejó su lugar en el minuto 87 para que saliera Brahim y sobre todo consiguió resistir a la encerrona que le había intentando hacer Maffeo, especialmente en el primer tiempo. para forzarle de manera muy poco deportiva a que cometiera algún error.
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