El vestuario blanco se desconecta con métodos peculiares, pero también competitivos
El Real Madrid disputa la final de la Supercopa de España este domingo ante el Barcelona (20 horas) y Carlo Ancelotti fue preguntado por el ambiente en el vestuario y cómo se preparan para este tipo de partidos. “Estamos mucho tiempo durante el año juntos. Hemos ido a comer juntos, y les dejo libertad a los jugadores... La verdad es que ellos se lo pasan bien juntos, hay un buen ambiente entre ellos y no sé qué hacen en la habitación. Está bien, no quiero saberlo”, se sinceraba el técnico italiano, proclive a ser permisivo con sus subordinados y tener una buena y útil mano izquierda, pero sin necesidad de usar un severo látigo.
“Bueno, sobre el partido hay que pensar que el primero nos han ganado y hemos hecho una evaluación muy clara de lo que ha pasado. Obviamente, hay que repetir las cosas buenas que hemos hecho y evitar los errores de la segunda parte. Un Clásico siempre es un Clásico”, declaró Ancelotti en clara referencia al último partido de Liga entre el Madrid y el Barça, que acabó con una contundente goleada de los azulgranas en el Santiago Bernabéu (0-4). De eso han pasado ya más de dos meses y la realidad ha cambiado mucho. Conque el trabajo y la progresión del Madrid, que se hizo con el liderato del campeonato doméstico la semana pasada al vencer en Mestalla al Valencia (1-2), es notable, teniendo cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona.
El trabajo está hecho, aunque el margen de mejora sigue existiendo, claro. El vestuario del Madrid ha dado un paso al frente y ha recuperado el dominio de la situación, pero los futbolistas también necesitan horas libres de descanso, hasta el punto de que, por ejemplo, ni Thibaut Courtois ni Antonio Rüdiger viajaron a Cartagena en el encuentro de dieciseisavos de la Copa del Rey de la pasada semana contra la Deportiva Minera (0-5). Ancelotti ya se decantó en verano por dar ‘vacaciones’ a los futbolistas, que pueden terminar este año superando los 70 partidos, unas cifras demasiado extensas.
Los jugadores del Madrid también desconectan durante las concentraciones, sobre todo después de entrenar y el parchís, uno de los más típicos juegos de mesa, tiene ‘viciados’ a más de uno, principalmente a Kylian Mbappé. Así lo garantiza el periodista Rodra P, de ‘Relevo’, que ha indagado después de las declaraciones que realizó Ancelotti en la rueda de prensa previa a la final de esta noche.
Las horas al parchís sirven a muchos, en el Madrid, para descansar, aunque el espíritu competitivo se mantiene, ya que se juegan hasta dinero. Entre tanto viaje y tanto tiempo fuera de casa, se ha optado por un entretenimiento que puede reunir aún más al vestuario, considerado una familia tanto por el club como por el cuerpo técnico.
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