Varios jugadores del conjunto culé demostró no tener valores en la final de la Supercopa de España
El choque se está disputando en el Estadio King Abdullah Sports City, que está ubicado en Yeda. Tiene una capacidad de 60.000 espectadores y la realidad es que en el día de hoy hay gran mayoría de madridista.
Durante toda esta semana parece que ha quedado bastante evidente que en Arabia Saudí hay una gran mayoría de madridistas. Esto, realmente, parece que no ha gustado a ciertos futbolistas del FC Barcelona.
Prueba de ello es que Lamine Yamal y Rapinha han celebrado sus respectivos goles mirando a la grada de manera desafiante y con gestos provocativos. Ejemplo de ello es que se llevaron la mano a la boca para mandar a callar.
Incluso, Iñigo Martínez, que estaba en el banquillo, se levantó en el quinto gol y sacó la mano a pasear fijándose en el sector donde había más aficionados del Real Madrid. La realidad es que no ha sido de buen gusto.
La expedición madridista desplazada hasta Yeda está muy agradecida por el calor y el cariño que han transmitido los aficionados saudíes. Al fin y al cabo, Florentino Pérez siempre ha transmitido que el madridismo es universal y se ve a la perfección en días como estos.
Para los propios hinchas que viven en estas zonas, la Supercopa de España es una grandísima oportunidad para estar cerca de su equipo. Esta es una de las cosas positivas que tiene jugar este torneo en estos países.
Los altos cargos del club están muy dolidos por perder este título, como no puede ser de otra manera. No obstante, Florentino y su gente más cercana también han hecho hincapié en que no han podido ganar un trofeo para estos hinchas.
De este modo, es evidente que hay un gran malestar en el seno de la institución. Nadie esperaba perder de este modo, más aún después de lo acontecido en el Santiago Bernabéu. Hay motivos para la autocrítica en la casa blanca.
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