Los consejos para el míster de Reggiolo tardan poco en llegar
El Real Madrid digiere sin prisa pero sin pausa las secuelas que ha dejado la goleada del FC Barcelona en la final de la Supercopa de España. Los pupilos de Carlo Ancelotti, tan criticados como el propio entrenador italiano, deben enfocarse en el choque contra el Celta de Vigo por la Copa del Rey. La escuadra gallega visitará el Santiago Bernabéu para disputar los octavos de final de esta competición, un partido clave en más de un sentido.
Podría ser la oportunidad perfecta para tomar el pulso opinativo del madridismo, así como de mostrar los primeros síntomas de mejoría después de otro varapalo competitivo como el recibido en Arabia Saudí. Las soluciones propuestas hasta ahora por el cuerpo técnico blanco no han sido permanentes, por lo que es necesario repensar el trabajo hecho hasta ahora.
Uno de los aliados inesperados que podría tener Carlo Ancelotti en su búsqueda del sistema y las tácticas ideales para el grupo es la Inteligencia Artificial. Esta revolución de la tecnología, preguntada al respecto del estatus actual del club blanco, ha arrojado diferentes consideraciones para cambiar el rumbo. Una de las más notorias es la presión adelantada.
Aplicando el modelo conocido como pitch control, en inglés control de campo, la Inteligencia Artificial organizaría la presión de los jugadores del Real Madrid basándose en “el tiempo que un defensor tarda en interceptar a un oponente o al balón. Esto se convierte en una probabilidad usando funciones logísticas”. Pero no es el único consejo que puede ofrecer al míster de Reggiolo.
Porque la presión adelantada ha sido uno de los grandes problemas tácticos del cuadro merengue desde el regreso del estratega italiano al banquillo local del Santiago Bernabéu. La Inteligencia Artificial propone dos mejoras al modelo establecido hoy por hoy desde la Ciudad Real Madrid… siempre tomando en cuenta que se aplique el pitch control antes mencionado.
Manteniendo una estrecha vigilancia sobre los movimientos de jugadores rivales y propios sobre el terreno de juego, los jugadores blancos deberían modificar su presión activa, introduciendo “un umbral de velocidad mínima para identificar presiones efectivas” para saber cuándo y dónde presionar: el objetivo es evitar desequilibrios en el equipo, especialmente en las transiciones defensivas o jugando en bloque bajo.
Además de tener “consideración de la presión en las líneas de banda”, un área muy señalada en los últimos partidos, la Inteligencia Artificial advierte de que la presión siempre se debe aplicar de forma “inteligente", tomando en cuenta su "eficiencia considerando el gasto energético". Asimismo, esta presión pitch control también se debe ejecutar “sobre las líneas de pase” para evitar que los futbolistas rivales desarrollen cómodamente su plan de partido en campo propio.
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