Escándalo en el José Zorrilla
El Real Madrid se está midiendo al Valladolid, en un partido que está siendo muy duro por parte de los locales. De hecho, antes del gol de Mbappé, el defensor del Valladolid hace un penalti muy claro sobre Rüdiger. El jugador local se desentiende de la jugada y, en su saque de esquina, le propina un agarrón descomunal de la camiseta; pareciese que se la quería llevar a casa.
Sin embargo, de manera increíble, Busquets Ferrer, colegiado del partido, y Pulido Santana, desde la sala VOR, no han querido pitar nada. Estamos ante uno de los penaltis más claros que se recuerdan, es una vergüenza que no se haya señalado. “Para mí, eso es penalti. La pelota está en juego, y luego que si no le agarra a Rüdiger y podía haber peleado el remate”, afirma Dani Garrido, Director de ‘Carrusel Deportivo’.
Al margen de este escándalo, Busquets Ferrer está permitiendo una dureza desmedida del Valladolid. El conjunto pucelano está llegando muy tarde a todas las acciones, protagonizando faltas muy severas. Para terminar su calamitoso arbitraje en el primer tiempo, el colegiado le ha enseñado una tarjeta amarilla surrealista a Bellingham, después de señalar una falta que él solo ha visto. Tremendo.
El Real Madrid, una vez más, está sufriendo un arbitraje calamitoso. Busquets Ferrer, que llegaba a este partido con un currículum negativo con los blancos, ha confirmado esta tendencia.
Un penalti sin pitar, amarillas sin señalar… un pack completo para un árbitro que está protagonizando un arbitraje muy malo. Nada más comenzar el segundo tiempo, le enseñó una tarjeta surrealista a Ceballos, que no hizo ni falta.
SECCIONES
2024 © Defensacentral.com