El conjunto blanco no va a acudir este jueves al cónclave de la Federación con los clubes y árbitros
El Real Madrid impactó este lunes con la carta que remitió tanto a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como al Consejo Superior de Deportes (CSD), órgano dependiente del Gobierno central, cuando denunció el sistema arbitral, al que calificó de “fraudulento” y de estar “totalmente viciado”, abogando por una “reforma estructural” del mismo.
La queja formal del Madrid llegaba después del lamentable arbitraje del colegiado Alejandro Muñiz Ruiz en el encuentro de Cornellá frente al Espanyol (1-0) del pasado sábado, que anuló un tanto válido a Vinicius y permitió que se pusiera en serio peligro la integridad física de Kylian Mbappé, que fue arrollado de manera sucia por Carlos Romero en una entrada por detrás y tirándose en plancha. Como consecuencia, el ‘9’ merengue no está convocado para de Copa ante el Leganés de este miércoles (21 horas).
Pero el capítulo no acaba ahí, ya que el Real Madrid no va a asistir a la reunión que la RFEF convocó para este jueves con clubes de Primera y Segunda, junto a los árbitros, para analizar la situación en la que se encuentra nuestro fútbol, en una muestra de acercamiento por parte del nuevo presidente de la Federación, Rafael Louzán.
Según ha informado el diario ‘Marca’, el Madrid se ha puesto en contacto con la RFEF para trasladar al organismo que no creen que sea oportuno acudir a este cónclave, en el que, ‘a priori’, se iban a acercar posturas en el aspecto arbitral. En un primer momento, eso sí, la entidad que preside Florentino Pérez sí confirmó su asistencia, pero, después de lo ocurrido en Cornellá, todo ha cambiado.
Louzán, que fue elegido el pasado diciembre como nuevo presidente de la Federación, quería agrupar tanto a los clubes de Primera y Segunda como a la Liga y al Comité Técnico de Árbitros (CTA) por vez primera, pero el hecho de que el Madrid haya renunciado a última hora deja en un intento baldío los deseos del dirigente gallego, que está condenado por prevaricación cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra. De hecho, Louzán está pendiente de la sentencia del Tribunal Supremo, que podría dejar el cargo en caso de que el fallo fuera condenatorio.
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