Vinicius le ganó el partido a Mestalla y Gil Manzano se lo 'robó' al Madrid

El brasileño marcó dos goles y el colegiado pitó el final del partido justo antes de que Bellingham anotara el gol que habría supuesto el 2-3.

Vinicius Jr.
Vinicius Jr.
David Jorquera | 03-03-2024

El Real Madrid empató ante el Valencia en Mestalla (2-2) en un partido que tuvo de todo. Vinicius marcó dos goles y el árbitro, Gil Manzano, pitó el final del partido justo antes de que Bellingham, de cabeza, marcara el gol que le habría dado la victoria a los blancos. Un escándalo mayúsculo. Un robo en toda regla. Los de la Liga adulterada dormirán bien esta noche. 

El Real Madrid se presentaba en Mestalla con más efectivos que el pasado fin de semana y eso era un alivio para Ancelotti. De hecho, tres de los cuatro jugadores que recuperó para este partido fueron titulares ante el Valencia. Bellingham, Carvajal y Camavinga. El único que no lo fue, Joselu. A última hora, además, se guardó a Nacho, con unas molestias, forzando que Tchouameni jugara con Rudiger en el centro de la defensa. Difícil imaginarse una dupla de mejor físico.

30 segundos y dos faltas recibidas. Esa fue la tarjeta de visita del Valencia al Madrid en el partido. De hecho, a los tres minutos, Yaremchuk se pasó tres pueblos y le pegó un castañazo a Tchouameni, por detrás, que le costó una amarilla.

El Madrid tuvo 15 minutos de dominio total de la pelota. Con un ritmo muy bajo, eso sí, el cuadro de Ancelotti buscaba desgastar a su rival. La consigna, más que hacer daño y buscar la portería rival, consistía en ir quitándole gasolina al oponente.

Con lo que no contaba Ancelotti era con tener dos fallos clamorosos que le iban a costar dos goles en contra. El primero de ellos fue un regalo de Vinicius que, al bajar a defender a Foulquier, y tras quitarle la pelota, se hizo un lío con ella, la perdió, y el mismo lateral francés la puso al segundo palo para que, tras un remate en semifallo, Hugo Duro tocara la pelota con la cabeza para ponerla en el fondo de la red.

Error de Carvajal 

El equipo blanco acusó el golpe del 1-0. Por inesperado y por la forma en la que había llegado. La mejor muestra fue el regalo que hizo Carvajal en el segundo gol del cuadro local. El hoy capitán devolvió hacia atrás una pelota sin darse cuenta de la presencia de Yaremchuk. El delantero del Valencia se adelantó a Lunin y, a puerta vacía, solo tuvo que empujarla hasta el fondo de la red.

Vinicius puso el 2-1

Al Madrid se le ponía el partido cuesta arriba. Sus fallos le habían costado dos goles en contra y, ofensivamente tampoco estaba dando grandes señales de peligro. Eso sí, cuando el encuentro ya enfilaba el descanso, en el último minuto del descuento de la primera parte, Vinicius iba a recortar distancias empujando la pelota al fondo de la red tras un centro al área de Carvajal. Un gol de los denominados psicológicos y que el brasileño celebró con el puño en alto.

La segunda parte arrancó con un Madrid con ganas renovadas. Ancelotti debió pedirle a los suyos más colmillo, más ritmo. Esa energía que suele echar en falta en algunos partidos. Y el equipo, de entrada, se lo puso. El Valencia se empezó a acular cada vez más atrás y el cuadro de Ancelotti tuvo una ocasión clarísima, de Bellingham, que de forma extraña no acabó en el fondo de la red por una mala definición del inglés.

Curiosamente, ese no gol puso punto y final a la fase de sometimiento que el Madrid estaba llevando a cabo ante un Valencia que consiguió respirar por momentos tras la primera estampida de los blancos. De hecho, Lunin evitó con una gran parada el 3-1.

Vinicius, otro gol y silencio en Valencia

Ancelotti empezó a tocar el banquillo y a mover el sistema. Los Brahim, Modric o Joselu entraban al campo para tratar de mostrar otra cara, para lograr al menos el gol del empate. Y ese 2-2 llegó. Brahim centró al área y en el segundo palo, donde nadie le esperaba, apareció Vinicius para meter la cabeza e igualar la noche. La celebración del brasileño, reivindicativa. Le acababa de marcar dos goles a su gran rival. Pero quedaba lo peor. Gil Manzano. El árbitro primero se inventó un penalti que tuvo que anularle el VAR. Después ya la vergüenza. 

Gil Manzano pitó el final y anuló el gol de Bellingham

El Madrid contaba todavía con minutos para marcar el gol de la victoria. E incluso llegó a hacerlo, pero el árbitro del encuentro, Gil Manzano, decidió pitar el final del encuentro justo cuando Bellingham se disponía a rematar de cabeza el 2-3. Brahim puso la pelota desde la banda y mientras la pelota se acercaba a la cabeza del inglés, el colegiado hizo sonar su silbato anulando el tanto. Un escándalo mayúsculo del árbitro al que calificaban de madridista. Una vergüenza para el fútbol español lo que se vivió en Valencia. Los de la Liga adulterada dormirán bien.

Ficha técnica

Valencia 2: Mamardashvili; Foulquier, Diakhaby (Cheng 88’), Mosquera, Gayà; Fran Pérez, Pepelu, Javi Guerra (Amayah 72’), Canós (Guillamón 56’); Yaremchuk (Diego López 56’) y Hugo Duro

Real Madrid 2: Lunin, Carvajal, Rüdiger, Tchouaméni, Mendy (Fran García 72’), Camavinga (Joselu 72’), Kroos (Modric 62’), Fede Valverde (Nacho 85’), Bellingham, Rodrygo (Brahim 62’) y Vinicius

Goles: 1-0 Hugo Duro (28’), 2-0 Yaremchuk (30’), 2-1 Vinicius (45’), 2-2 Vinicius (76’)

Árbitro: Gil Manzano. Amonestó a Yaremchuk, Vinicius. Expulsó a Bellingham y Rudiger.

Estadio: Mestalla.

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