González Vázquez condicionó el partido

El árbitro validó dos goles del Sevilla y obvió dos penaltis favorables al Madrid





El colegiado condicionó irremediablemente el resultado final del encuentro al validar los dos primeros goles del Sevilla, expulsar a Robben, y obviar dos penaltis y una expulsión del lado sevillista.

La actuación comenzó con el primer gol hispalense, en el que Adriano remata un balón en el segundo palo que pasa por debajo de las piernas de Salgado y se cuela en la portería de Casillas con la ayuda de Kanouté. El malí tocó el balón en el último momento y, aunque no desvió en exceso la trayectoria del balón, el delantero sevillista se encontraba en fuera de juego, con lo que el tanto no debió sumar al marcador.

Kanouté fue el protagonista también del segundo fallo grave de González Vázquez. Éste llegó en el segundo gol de los de Manolo Jiménez, un remate de Romaric en un corner, que fue precedido de un placaje claro del delantero malí a Cannavaro.

Ya en la segunda parte, en plena remontada el árbitro frenó la remontada merengue cuando dejó sin pitar dos claros penaltis en el área hispalense. El primero, un claro agarrón de Escudé a Higuaín en el minuto 63 que debía haber sido sancionado con la pena máxima y con la segunda amarilla (y consecuente expulsión) del defensor sevillista.


En el segundo, Palop agarró también a Higuaín dentro del área en el minuto 76. El delantero argentino consiguió rematar a pesar del agarrón y su remate se fue al larguero, sin embargo, el penalti debió ser sancionado con anterioridad. En lugar del penalti y la amarilla a Palop, González Vázquez mostró la segunda tarjeta amarilla a Robben por reclamarle el penalti, dejando al Real Madrid con diez jugadores. Así pues, los hechos demuestran que el árbitro decantó definitivamente el encuentro del lado hispalense.