Año redondo con bache final

Dos títulos y el cese de Schuster, grandes análisis del año





Dos títulos a escena:

Han pasado casi siete meses desde que la noche lluviosa de Pamplona, con unos minutos finales apoteósicos, otorgaran la trigésimo primera Liga al Real Madrid. Aquel torbellino en el Reino de Navarra, reflejó las bases del equipo blanco mejor que nunca. Mucha pegada, carácter ganador y lucha hasta el final, lo que le llevó al éxito por segunda vez consecutiva en tras muchos años de espera.

Schuster siguió el camino marcado por Capello y basándose en la artillería pesada de su delantera, así como en un mejor trabajo defensivo (sobre todo en comparación a la actualidad), logró su primer título como técnico madridista.
Tras el verano y con toda la ilusión de una nueva campaña, la Supercopa de España ante el Valencia se iba a quedar en el Bernabeu. Dos partidos vibrantes, con mucho gol y alocados tácticamente, dieron el primer título de la campaña a un Real Madrid que apuntaba maneras pero que, apenas tres meses después, se desmoronó.

Objetivo Champions:


Después de que en febrero las ilusiones europeas se desvanecieran con el cruce ante la Roma, que dejó a los blancos fuera del panorama continental en octavos de final, el objetivo del año nuevo está fijado en la Champions. Recuperar el crédito continental, volver a las grandes citas con el favoritismo de su lado y reverdecer grandes logros, es el mejor bálsamo para cualquier equipo y en ello se trabaja estos días pues la Champions centra las miradas.

Tras pasar la primera fase de grupos con relativa comodidad (sólo dejando dudas ante la Juventus), en febrero se abrirá el telón de octavos contra el Liverpool. Un cruce espectacular.

Los puntos más dubitativos:

La ‘plaga’ de lesiones (Van Nistelrooy, Diarra y De la Red principalmente), dejó tocadísimo al grupo en el arranque del curso 2008-2009 y la necesidad de cambios en la dinámica del equipo, abrieron la puerta a Bernd Schuster tras sucesivos intentos de mantener la tranquilidad.

La eliminación copera ante el modestísimo Real Unión de Irún, complicó la situación (el 2008 arrancó con otra eliminación en Copa ante el Mallorca). El germano cobró el ‘finiquito’ y se marchó sin dejar rastro, silencioso y con Juande Ramos sobre el telón, siendo ahora el manchego el encargado de restablecer la normalidad y armar su propio equipo (con los refuerzos invernales y su trabajo hasta fin de campaña).

2009 se presenta como un año con metas aún por lograr peor con la principal intención de regresar a la dinámica ganadora de un equipo que por jugadores, afición y palmarés, jamás está muerto.