Los dirigidos por Alberto Toril, ex jugador madridista, eran el único equipo español en el torneo, pero dejaron una imagen alejada del prestigio de la entidad y de las categorías inferiores. Encuadrado en el Grupo D junto a Coritiba, River Plate, UAG, América y Monterrey ( a la postre campeón), sólo lograron imponerse en dos partidos, con lo que no accedieron a los play-off final que permitían luchar por el título.
Los dos primeros partidos, ante Monterrey (1-3) y América (0-1), se saldaron con derrotas, poniendo muy alto el listón para reaccionar y poder fijarse nuevas metas. En la tercera cita, se venció al River argentino (2-1), pero una nueva derrota ante el UAG (1-2) en la siguiente jornada, tiró por la borda cualquier intento blanco para poder crecer. Al menos el equipo blanco pudo resarcirse en la última fecha al imponerse al Coritiba (4-2) en su mejor partido. Una floja actuación que, en líneas generales, supone un lastre al trabajo que diariamente se ofrece en Valdebebas.
Estadísticamente, el cuadro madridista quedó en decimosexto lugar, una posición muy negativa en un torneo de 24 participantes. El mejor equipo europeo fue el Tottenham, que quedó tercero en un torneo que tuvo a los mexicanos como grandes animadores.
El torneo, además, ha sido muy polémico en lo que a la seguridad se refiere. Dos periodistas fueron agredidos y muchos equipos, entre ellos el Real Madrid, se quejaron abiertamente de la mala organización que habían sufrido en cuanto a alojamiento y horarios.
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