Higuaín fue el héroe de la trigésimo primera

Un gol del argentino permitió la remontada de un Madrid con diez desde la reanudación. La trigésimo primera ya está en Cibeles y el Barça hará pasillo.







Fue un parto programado, pero costó más de lo previsto. El Madrid, con diez desde el descanso por expulsión de Cannavaro, le dio la vuelta a un 1-0 a favor de Osasuna en dos minutos mágicos, con Higuaín culminando la remontada batiendo de un zapatazo a Ricardo, una imagen que pasará a la historia del madridismo. El argentino ha roto en estrella y es, como todos, blanco. ¡Bravo, Pipita!

Y eso que el partido arrancó con un Madrid a verlas venir. El alirón era posible, sí, pero ante la fuerza con la que se empleó Osasuna, con la soga del descenso atada con dos lazos al pescuezo, incoscientemente comenzó a pensar en el miércoles. En el primer minuto, las pancartas criticando al estamento arbitral mostradas por los aficionados rojillos, en perfecto castellano, surtieron efecto: unas clarísimas manos de Cruchaga a remate de Saviola fueron obviadas por Medina Cantalejo, al que le sobra una "n" de su apellido. Fue la primera aparición de la presión de los aficionados rojillos, que luego volvería a aparecer, afortunadamente sin consecuencias.

Esa primera mitad tampoco dio para mucho más. El mejor del Madrid fue Diarra, en un partido físico pocos pueden superar el poderío del malí. Un remate suyo desde fuera del área fue el bagaje blanco en esa primera mitad, mientras que Casillas sólo calentó los guantes con remates lejanos de los osasunistas, gafados ante la portería contraria. Lo peor, la amarilla que vio Heinze en un forcejeo con Cruchaga, que le supuso la quinta del ciclo: será baja ante el Barcelona.

A él se le añadió en la segunda mitad Cannavaro: dos faltas, dos amarillas, la segunda demasiado rigurosa. El italiano vio la roja y desfiló camino de los vestuarios mientras el cielo comenzaba a descargar ante el concierto de silbato de Medina. Cada falta era tarjeta, daba igual que fuera una entrada a ras de hierba, un forcejeo o una patada en la nuez. Y con míster tiquismiquis a la batuta, el partido se paró definitivamente, centrocampismo, juego aéreo sin sentido... hasta que la pelota pasaba por los pies de Sneijder, quien se destapó a la vez que se empapaba.

Una delicatessen suya acabó con el balón en el larguero de Ricardo, tras superar al arquero indultado con una extraordinaria vaselina. El holandés volvió a tropezarse con el meta osasunista poco después, en una falta directa. Y luego no logró encontrar puerta en una buena contra madridista.

El Osasuna no consiguió apretar en exceso al Madrid pese a la superioridad numérica, sólo Carlos Vela supo meter en algún problema a la zaga madridista, reforzada con Miguel Torres. El partido parecía irse extinguiendo ante la tromba de agua, con el 0-0 que parecía inamovible hasta que el del catalejo señaló casi al final unas manos de Heinze y Puñal dio oxígeno a los navarros en pos de la permanencia. Pero duró un suspiro: que digan lo que quieran, pero el Madrid pareció que fue a por el empate desde el principio y ese tanto le escoció. Sergio Ramos se tiró al puesto de delantero centro y el Madrid sacó su casta de campeón. En dos minutos mágicos, Robben e Higuaín sentenciaron la Liga. La trigésimo primera. Campeones, campeones...


Ficha técnica

1- Osasuna: Ricardo; Javier Flaño (Kike Sola 63"), Cruchaga, Miguel Flaño, Monreal; Astudillo, Puñal, Azpilicueta, Vela, Plasil; y Portillo (Pandiani 63").

2-Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Heinze; Gago, Sneijder (Baptista 85"), Diarra, Robben; Saviola (Miguel Torres 53") y Raúl (Higuaín 65").

Goles
1-0 (82"): Puñal, de penalti por manos de Heinze.
1-1 (86"): Robben remata de cabeza una faltax.
1-2 (88"): Combinación entre Diarra y Ramos que culmina Higuaín.

Árbitro: Medina Cantalejo, colegio andaluz. Expulsó a Cannavaro (46") por doble amarilla. Amonestó a Azpilicueta (15"), Heinze (38"), Cruchaga (38"), Sneijder (51"), Diarra (54"), Miguel Flaño (55") y Miguel Torres (67").

Estadio: Reyno de Navarra.