Y es que el Madrid cedió el máximo cupo posible de entradas al equipo inglés y éste fue de 3.500 entradas por lo que casi 2.000 aficionados de los reds tendrán que ver en los bares, restaurantes y tabernas de la capital de España el partido.
La policía tiene en marcha un dispositivo especial para controlar en todo momento a los hinchas ingleses, que desde ayer están llegando a Madrid y que hoy darán color al centro de la ciudad y que esperemos se comporten como debe ser: con civismo y tranquilidad, dentro de las lógicas emociones deportivas.
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