El Madrid triunfa en la guerra

2-5: Valiosa victoria ante un Athletic violentísimo. Robben se redime y Huntelaar demuestra que es un 'killer' del área. El árbitro, increíblemente, sólo expulsó a un jugador rojiblanco





 

 

 

 


Siempre se ha hablado del “estilo Athletic”. Y se ha alabado como virtud ese fútbol racial que practica. En realidad, se trata de convertir un partido en lo más parecido a una batalla campal. El objetivo no es el control del balón, sino la lucha cuerpo a cuerpo para dejar fuera de control al propio rival. Y, si en esa lucha, se queda alguna tibia o algún ligamento, no pasa nada, porque forma parte de la propuesta. De esta forma quedan compensadas las carencias técnicas de los jugadores rojiblancos. El Real Madrid, en un gesto que habla de su valor pero que dice bien poco de su inteligencia, fue al cruce de golpes desde el primer momento. Y, claro, se llevó la peor parte, porque no es éste un terreno que domine.

Tras las primeras escaramuzas, con un sinfín de jugadores del Athletic que se caían desmayados sobre el césped nada más sentir el más mínimo contacto, el Real Madrid fue imponiendo su superioridad y se adelantó en el marcador con un golazo de Robben, en una acción individual que le sirvió para quitarse los sinsabores y las tensiones acumuladas en los últimos días, y con un cabezazo de Heinze, en una falta sacada por un muy inspirado Sneijder (nada que ver con el futbolista difuminado e inoperante de las pasadas semanas).

Autogol y expulsión

Con dos goles de ventaja en el marcador y diez minutos para concluir el primer tiempo, todo parecía resuelto. Pero el Real Madrid volvió a reincidir en el error y entró de nuevo en la trifulca que proponía el Athletic. La acción que acabó por desquiciar a los blancos se produjo poco después del gol de Heinze. Con Sneijder lesionado en el centro del campo, Yeste no echó el balón fuera y disparó desde fuera del área. Repelió Casillas, pero en el rechace Heinze introdujo el balón en su puerta (debe de ser un récord mundial marcar dos goles en dos minutos en porterías distintas). Casillas recriminó su falta de deportividad a Yeste y éste empujó con fuerza a Casillas ante las narices del árbitro, que no dudó en mandarlo a los vestuarios.

A pesar de contar con un hombre más, el Real Madrid se empeñó en seguir jugando sin cabeza y en prolongar la refriega. Y en eso, en la  prolongación del primer tiempo, un cabezazo de Llorente puso el empate a dos en el marcador. No hay que quitarle méritos a la acción del ariete rojiblanco, que está en un momento de forma clamoroso, pero medio gol fue de Casillas, porque, preocupado aún por su incidente con Yeste, se tragó un balón que no tenía demasiadas complicaciones (y mucho menos, después de las dos soberbias paradas que le había hecho al expulsado Yeste).

Sentencia Huntelaar

El descanso enfrió los ánimos, lo que aprovechó Huntelaar para poner de nuevo en franquía al Real Madrid. Pero, tras cuatro o cinco minutos de fútbol control, los blancos se metieron de nuevo en el antifútbol que tanto gusta al Athletic y a Caparrós. Amorebieta agredió a Heinze, pero Muñiz Fernández no tuvo huevos para expulsarlo. Tampoco tuvo huevos para expulsarlo, poco después, por una salvaje entrada a Robben en la línea medular y sin la más mínima posibilidad de jugar el balón. El colegiado asturiano se limitó a sacarle la tarjeta amarilla (y a echar, eso sí, a Velez, que estaba en el banquillo, en una decisión de cara a la galería, porque los locales ya habían realizado los tres cambios).

Por suerte, la nueva riña duró poco, porque, en una contra llevada por Robben, Huntelaar demostró que es un killer del área y batió de nuevo a Iraizoz. Ya sólo quedaba por ver si serían más los goles que entrarían en la portería del Athletic o los jugadores rojiblancos que verían la tarjeta roja, pues, a pesar de tener el partido perdido, los de Caparrós continuaban repartiendo cera a espuertas.

Cayó un gol más, el marcado por Higuaín al transformar un penalti que le hizo Iraola a Marcelo. Pero, increíblemente, no hubo ningún expulsado más del Athletic. Muñiz Fernández demostró lo cagón que es y dejó sin la roja a Iraola y a Gurpegui, que agredió sin miramientos a Heinze. La goleada tendría que haber sido más amplia, pero el árbitro consideró que con cinco goles el Athletic ya tenía bastante y no quiso ver ni una de las innumerables faltas que los rojiblancos cometieron en el tramo final del partido (algunas, al borde del área).

 

FICHA TÉCNICA

2 - Athletic: Iraizoz; Iraola, Aitor Ocio, Amorebieta, Koikili (Balenziaga, 46’); David López (Gurpegui, 52’), Orbaiz (Susaeta, 56’), Javi Martínez, Yeste; Toquero y Llorente.

5 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Metzelder, Pepe, Heinze; Robben (Faubert, 67’), Lass, Sneijder, Marcelo; Raúl (Higuaín, 65’) y Huntelaar (Parejo, 79’).

Goles: 0-1 Robben (22’). 0-2 Heinze (34’). 1-2 Heinze, p.p. (36’).  2-2 Llorente (46’ ). 2-3 Huntelaar (47’). 2-4 Huntelaar (61’). 2-5 Higuaín, de penalti (84’).

Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Expulsó a Yeste (36’) por agredir a Casillas. Mostró la tarjeta amarilla a Iraola (4’), Koikili (5’), Aitor Ocio (36’), Javi Martínez (38’), Huntelaar (40’), Sneijder (49 ’), Llorente (51’), Amorebieta (57’), Parejo (81’), Higuaín (82’) y Gurpegui (88’). También expulsó, desde el banquillo, a Velez y a Luciano Martín, segundo entrenador del Athletic. A pesar del alto número de tarjetas, debió expulsar a al menos dos o tres jugadores rojiblancos más.

Incidencias: Estadio de San Mamés, lleno (40.000 espectadores).