Uno de los que debería ser jugadores clave en este final de temporada para el entrenador manchego es Gonzalo Higuaín, segundo máximo goleador de la plantilla merengue en las tres competiciones, y un fijo en las alineaciones del Madrid desde que Van Nistelrooy cayera lesionado. Sin embargo, el argentino ha perdido parte del protagonismo en los dos últimos partidos de Liga ante el Atlético y el Athletic, donde se quedó en el banquillo. Juande ha vuelto al clásico 4-4-2, y dejó la delantera en manos de Raúl y Huntelaar, siendo el Pipita el gran damnificado de de este cambio de sistema.
En el último partido en San Mamés, cuando Higuaín entró al campo, demostró querer recuperar su puesto y se reivindicó con el último gol de la noche de penalti. Sin embargo, unas molestias musculares le han obligado a hacer un alto en el camino. El Pipita no pudo entrenarse ayer con el grupo por unas dolencias en el cuádriceps derecho y, aunque en principio no corre peligro su participación para el partido ante el Almería, llegará al encuentro del domingo con un entrenamiento menos que sus rivales por el puesto: Raúl y Huntelaar. El consuelo para Higuaín está en que estas molestias queden en un simple 'Stop & Go' en esta carrera por la titularidad... y por el título de Liga.
DEJA TU COMENTARIO