La nueva generación albiceleste triunfa en el Madrid







La temporada blanca ha confirmado la apuesta de la dirección deportiva del club encabezada por Pedja Mijatovic, que optara por una renovación integral de la plantilla hace poco más de un año, que diera carpetazo a las veteranas estrellas que habían dado tantas tardes de gloria al madridismo. Esta renovación que sufrió la plantilla significó también un rejuvenecimiento de la misma, con la inclusión de jugadores como Marcelo, Sneijder, Drenthe o Robben.

Pero también se apostó por traer lo mejor del semillero albiceleste. En enero del año pasado, cuando se decidió que la renovación del equipo era una pieza fundamental del futuro blanco, Argentina estaba inmersa en pleno campeonato de Apertura 2006, donde Boca Juniors dominaba con claridad el panorama sudamericano tras haber ganado cuatro títulos seguidos en tan sólo dos años. El motor de aquel equipo dirigido por Miguel Ángel Russo, y directamente heredado de la mano del "coco" Basile, era un chaval de 20 años llamado Fernando Gago.

Gago, que había debutado con tan sólo 18 años, se había hecho con un puesto en un equipo campeón quitándole el sitio al veterano Cascini, toda una institución del fútbol argentino. Su admiración por el madridista Fernando Redondo había marcado su estilo de juego como volante central de toque, cabeza levantada y gusto por el buen trato de la pelota. En ese campeonato de Apertura Gago lideraba 5 de las 10 estadísticas más importantes del torneo, incluyendo robos de balón, pases completados y menos número de balones perdidos. Por entonces el Madrid carecía de un medio centro de creación ya que estaban en la plantilla Emerson y Diarrá, y el conjunto blanco, que llevaba ya unos meses siguiendo a Fernando se decidió por abordar el fichaje del mejor jugador de aquel campeonato.




Además, a finales de 2006 River Plate estaba inmerso en una profunda crisis económica y deportiva. El club bonaerense ya había hipotecado parte de los derechos de sus jugadores con el Locarno, un equipo menor suizo para sanear su economía, pero aún así necesitaba de la venta de alguna de sus promesas. Entre los jóvenes como Abelairas, Buananotte o Sambueza, destacaba un pipiolo que con tan sólo 30 partidos en Primera se había hecho un hueco titular en la delantera millonaria junto al "tecla" Farías, era Gonzalo Higuain. En Argentina Gonzalo había emergido como fútbolista a la sombra de su hermano Federico (que a punto estuvo de fichar por la Real Sociedad), que por entonces jugaba en Nueva Chicago y era uno de los goleadores del campeonato.

En una operación tan fulgurante como sorpresiva, el Real Madrid se reunía con el máximo mandatario de River, José María Aguilar, y horas después el jugador firmaba un acuerdo con el club blanco por las siguientes cinco campañas y lo reconocía con sinceridad: "Es difícil decir que no al Madrid". La operación se cerró en 16 millones de euros y el Madrid se hizo con uno de los jóvenes de mayor proyección del fútbol argentino, a pesar de su inexperiencia.

El acuerdo con Gago no fue complicado, aunque sí lo fue con Boca Juniors, ya que Mauricio Macri, presidente xeneize no quería deshacerse de su puntal y jugador franquicia. Pero la voluntad del propio jugador tuvo mucho que ver, ya que cuando aseguró que "mi sueño es jugar en el Madrid", no era pura palabraría ya que Fernando acabaría renunciando a 3 millones de euros que le correspondían en el traspaso para que se cerrara la operación en 23 millones, y seis temporadas de contrato con el club blanco.

La aclimatación no ha sido fácil



Con Capello como técnico ambos no lo tuvieron fácil. A pesar de que el italiano no es defensor del fútbol de Gago, contó con él como titular en 13 encuentros, pero acostumbrado a otro ritmo de juego y a ser la referencia de su equipo tuvo ciertos problemas para demostrar la calidad que atesora en sus botas. Algo parecido le pasó a Higuain, quien recibió innumerables críticas por su falta de acierto cara al gol. Pero a medida que fueron avanzando los meses de competición, los dos mejoraron el tono, hasta acabar la temporada siendo piezas importantes en el esquema de juego. De hecho Higuain hizo el gol que valió una Liga al Mallorca, lo que le hizo subir muchos enteros en el corazoncito de los aficionados.

Pero la eclosión de estos dos argentinos estaba por llegar. Gago había debutado con su selección meses después de su llegada al Madrid, y el verano pasado participó en su primer gran torneo absoluto, la Copa América, donde Argentina llegó a la final. Higuain había sido convocado por Tocalli para formar parte de la sub 20 que ganaría el Mundial en Canadá, pero renunció a ir. El caché y la experiencia de ambos les ha hecho afrontar esta temporada con un rendimiento mucho mayor.

Higuain ha alternado la suplencia con la titularidad, pero cuando Schuster ha contado con él, el "pipita" no le ha defraudado. Lleva 8 goles en la temporada, y ha marcado en los últimos tres partidos de Liga. Su verticalidad y desborde le convierten en un jugador desequilibrante, que además gusta de participar del juego asociativo, con lo que puede jugar en el centro del campo.

El caso de Gago también es singular. Poco a poco a ido convenciendo a Schuster, que inicialmente se decantaba por un centro del campo con Diarra. Pero su calidad en el toque y la fluidez en la circulación de la pelota que el equipo tiene cuando él es el vértice de la jugada le han acabado por dar el lugar que merece. Incluso, el técnico alemán ha modificado su esquema de juego y se ha ido dando cuenta de que Fernando rinde más cuando es el único medio centro y no necesita acompañarle de otro pivote. Así en su presencia, Sneijder y Guti juegan mucho más sueltos y se suman con más asiduidad al ataque. Además, Gago ha destacado en el tramo final de campeonato por su colocación táctica en una función algo oscura a favor del equipo.

Pero tanto Gago como Higuain todavía tienen mucho que dar al Real Madrid, y su juventud les da la proyección necesaria para hacerlo. Muchos ven al "pipita" como sucesor de Raúl, próximo a su retirada, y en Gago debe demostrar sin timidez la calidad que tiene en el pase en profundidad y liderazgo sobre el campo. Es una cuestión de tiempo y paciencia.

Los argentinos repueblan el Madrid

Gago e Higuain recogen el testigo de grandes jugadores albicelestes que han militado en el Real Madrid. Quizá, el más grande y reconocido de todos ellos sea Alfredo Di Stéfano, que en 1953 llegaba a la casa blanca desde Millonarios de Bogotá de la mano de Bernabéu, así como Héctor Rial que le acompañó en esa delantera mítica junto a Puskas y Gento. Pero éste ha sido un camino que abrieron los hermanos Aranguren, Eulogio y Sotero. Sotero era extremo izquierdo, criado desde los siete años en San Sebastián, y cuya memoria la recuerda una estatua en la sala que conduce a los vestuarios del Santiago Bernabéu. Le siguieron otros como Pinino Más, Quique Wolff, Valdano o Ruggeri. Y en la actualidad más reciente, los argentinos han colaborado a la grandeza del Real Madrid con nombres como el gran medio centro Fernando Redondo, Solari o Cambiasso.



Argentinos en el Madrid:

2007 Heinze

2007 Saviola

2006 Gago

2006 Higuaín

2004-05 Samuel

2002-04 Cambiasso

2000-05 Solari

1999-00 Zárate

1999-00 Bizzarri

1994-00 Redondo

1990-93/95-96 Esnáider

1989-90 Ruggeri

1984-88 Valdano

1977-79 Wolff

1975-79 Guerini

1974-80 Roberto González

1973-74 Pinino Más

1971-73 Anzarda

1970-76 Touriño

1966-72 Miguel Pérez

1957-62 Domínguez

1954-61 Rial

1953-64 Di Stéfano

1951-57 Olsen

1951-53 Imbelloni

1947-48 Rocha

1947-49 Navarro

1911-21 E.Aranguren