Tras el partido, el zaguero merengue quiso hablar con los medios de comunicación para pedir perdón por su actitud. "Tengo que pedir perdón a todos los aficionados al fútbol porque la actitud que he tenido no ha sido buena. Mucha gente sabe que yo no hago esto habitualmente, estaba caliente y pido disculpas a Casquero, a los árbitros, al Getafe y a la familia de ellos".
El portugués quiso explicar la acción del penalti. "Ha sido un penalti a Higuaín y seguidamente el Getafe ha montado el contraataque. Le he dado un toque a Casquero, ha pitado penalti y no sé... estoy mal, muy mal, es un momento difícil porque nunca ha pasado eso en mi carrera". El arrepentimiento espontáneo y tan pronto en el tiempo es algo que honra al zaguero blanco, que podría perderse el clásico ante el Barcelona por sanción. "Ahora a la gente que le toca poner sanciones, ya sabrán lo que tienen que hacer".
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