Esta medida, cuyo coste supera los 1.000 euros y que el club no se los quedará en propiedad, se ha aprobado con la colaboración del club azulgrana. Estos perros especializados en detectar cualquier tipo de artefacto explosivo, empezarán su trabajo el viernes y olfatearán las inmediaciones del estadio, lo que se considera el perímetro de seguridad.
El sábado, una vez puesto el cordón de seguridad, entrarán en el estadio y revisarán todos los rincones, en especial, la zona del palco. Una vez que hayan concluido su trabajo se precintará la zona noble del estadio Santiago Bernabéu y nadie podrá acceder a ella hasta minutos antes del pitido inicial.
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