"Florentino ha llegado como agua de mayo"

"Florentino Pérez ha llegado como agua de mayo. La gente está encantada, porque en la última etapa se ganaron muchos títulos", afirmó el técnico manchego antes de hacer una llamada a la paciencia. "Puede que aún se presenten más candidatos y se entre en un proceso electoral, así que hay que tener paciencia. Pero es uno de los que más huella ha dejado en los últimos años", sentenció.

A pesar de que los últimos resultados han dañado la imagen del equipo, Ramos defendió el rendimiento de la plantilla, recordando que con la puntuación conseguida "hubiéramos sido campeones cualquier otra temporada". "El rendimiento de la plantilla ha sido altísimo, pero por desgracia la comparativa llega con este FC Barcelona. Hemos sido capaces de competir con un equipo estratosférico", añadió.

De esta forma, el entrenador madridista afirmó que "el Real Madrid puede estar orgulloso de la temporada que ha hecho". "Cuando llegué, el objetivo era clasificarnos para la Liga de Campeones y lo hemos conseguido con varias jornadas de antelación. De hecho, quedan tres jornadas y el Barça aún no ha podido cantar el alirón", argumentó tras una charla nutricional ofrecida por una marca de suplementos alimenticios.

El técnico manchego se mostró comprensivo con la situación que vive en Chamartín tras haber firmado un contrato de sólo seis meses. "Vine con la temporada a medias y con un proyecto ya empezado. Sabía dónde me metía y qué era lo que me exigían. Yo sólo quería que si el próximo presidente contaba conmigo fuera porque cree en mi trabajo. Entiendo que cada candidato piense en otro entrenador", dijo.

A la hora de hablar del gran año del eterno rival, destacó la "gran hornada" de jugadores que han coincidido en el equipo. "Hacen un fútbol excelente, pero esto son hornadas del fútbol. Coinciden jugadores como Xavi, Puyol o Iniesta a un nivel futbolístico altísimo", repasó Ramos, que tuvo que volver a echar la vista atrás a la dolorosa derrota en el último Clásico.

“ME VOY CON LA CABEZA ALTA”

El entrenador blanco justificó su táctica, pues "era la única posibilidad de ganar la Liga". "Me voy con la cabeza muy alta porque hemos hecho todo lo que teníamos que hacer para ganar. Nos venció un equipo mejor. Si llegamos a jugar a defender el resultado o a empatar, los aficionados no nos dejan salir del campo ni a los jugadores ni a mí", sentenció.