Y según asegura el diario As en su edición de hoy, efectivamente ese encuentro se produjo el martes en un hotel de Múnich, al que acudieron el propio agente de Ribéry -Alain Migliaccio- por un lado, y Rummenigge y Hoeness del lado del Bayern. En esa cita, el agente le trasladó de manera verbal a los dirigentes muniqueses que el Madrid estaba dispuesto a ofrecer hasta 55 millones de euros por su traspaso y que el jugador estaba encantado de vestir de blanco (como los dirigentes ya sabían de la boca del propio Ribéry).
Sin embargo, ni con esta tensa situación el Bayern ha cedido un ápice: "Ribéry no está en venta" fue la respuesta de Rummenigge y Hoeness al agente del jugador. Los propios dirigentes aseguraron hace unos días públicamente que habían rechazado ya en una ocasión empezar las negociaciones con el Madrid ("les dijimos que se ahorraran los billetes del avión"), y de esta forma, parece que el último intento por que Ribéry juegue en el Santiago Bernabéu ha pinchado en hueso. La que parecía la estocada definitiva se ha quedado en agua de borrajas debido a la negativa del club bávaro a vender a su jugador estrella.
EL JUGADOR ESTÁ HUNDIDO
Según el mismo diario español, el jugador está hundido tras esta última negativa del Bayern de Múnich a traspasarle al Real Madrid. La tensa situación que se ha generado no ha dado sus frutos, e incluso el club bávaro ha obligado al jugador a someterse a unas pruebas médicas para cerciorar que sus dolencias no eran inventadas, y tampoco le ha permitido quedarse en Múnich y perderse el 'stage' en Donaueschingen. Detalles éstos que no han gustado lógicamente al jugador, que busca desesperadamente fichar por el Madrid pero que se está encontrando con todas las puertas de salida cerradas hasta el momento.
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