Indiscutiblemente, Juan Laporta ha sido el personaje que más papeletas ha recolectado para alzarse con el premio. Los adjetivos “imperialista”, “prepotente”, “derrochista” o definiciones como “orígenes en el chollo” fueron algunas de las palabras que el presidente del Barcelona utilizó para atacar al Madrid. Poco después, él mismo firmó a Ibrahimovic por 90 millones de euros y negó la mayor al afirmar que ese fichaje no era como los del Madrid. Laporta debió pensar que la gente era tonta. O que él era muy listo, que también puede ser. Aunque ver a Moratti en su despacho a carcajada limpia tras cerrar el pase de ‘Ibra’ a cambio de Etoo y dinero debió ser una de las estampas de la temporada que jamás pudo ser retratada. El Obispo, curiosamente también de Barcelona, se cubrió de gloria al hablar de “derrochismo” con los fichajes blancos y hacer mutis por el foro con el traspaso del sueco al equipo de su Comunidad Autónoma. La epidemia se extendió.
La moda veraniega del tiro al blanco no se cerró ahí. El holandés Cruyff, otra personalidad que vive obsesionada con el Real Madrid, atacó a Florentino afirmando que sabía “mucho de construcción pero nada de fútbol”. Cuando el insulto es gratuito es fácil pronunciarlo, a pesar de hacer el ridículo cuando llevas más de 20 años en un país y apenas se te entiende lo que dices.
FERGUSON, PLATINI, BERLUSCONI, ROBBEN, MARADONA...
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Florentino siguió recolectando grandes jugadores con el paso de los días, y los nervios se empezaron a disparar por toda Europa. Al amigo Ferguson le faltó tiempo para afirmar que el Madrid “nunca será un equipo con tanta estrella”, mientras que Platini, en la misma sintonía afirmaba que “había que controlar la economía de equipos como el Madrid”. Al galo habría que preguntarle por las cuentas de su querida UEFA, números que, probablemente, debe tener bien escondidos, pero el morbo de meterse en casa ajena le debió provocar ganas de sacar la lengua a pasear. Berlusconi, dueño del Milán, que debería estar más preocupado por otro tipo de asuntos, también habló de “control del dinero” para referirse al Madrid.
Los últimos en sacar los pies del tiesto han sido Sneijder, Huntelaar, Robben y Maradona. A los tres primeros ya se les epieza a notar el resquemor por su salida del Real Madrid. “Tengo ganas de marcarle al Madrid”; dijo Huntelaar. “En el Madrid me trataron como a un niño”, aseveró Sneijder. “En el Madrid la alineación la hace la directiva”, según Robben. Tres frases delatadoras del poco agradecimiento que todos ellos demuestran hacia el club más importante en el que han estado y estarán en toda su carrera. Lo de Maradona metiéndose con Valdano sin venir a cuento es caso aparte. No se puede esperar otra cosa de un seleccionador, antimadridista por los cuatro costados, que prefiere llevar a Palermo con ¡36 años! antes que a Higuaín en su plenitud futbolística.
Ataques, ataques y más ataques. Sin embargo, el Madrid supera todas las embestidas. El escudo de Florentino es tan fuerte y duro que la platica de cualquiera de todos ellos se queda en nada. Eso sí, lo que queda muy claro es que la envidia que despierta este equipo es tan grande como el miedo que corre por las venas de todos ellos al ver que el Madrid ha vuelto de la travesía desértica ¿Quién debería llevarse el premio al más bocazas del verano? Ustedes, lectores de ‘Defensa Central’, tienen la palabra.
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