Después de que la visita del Olympique a la capital española la temporada pasada derivara casi en un conflicto diplomático tras lo vivido en el Vicente Calderón y la detención de Santos Mirasierra, tanto la delegación del gobierno como el Real Madrid han querido guardarse las espaldas con el choque de esta noche. El despliegue policial será inédito, con cacheos a la entrada incluso, y una vigilancia permanente a los ultras franceses desde que pisen suelo español hasta que lo dejen atrás.
Y es que hay en juego muchas cosas más además de la seguridad de los jugadores y aficionados, pues las votaciones de los Juegos Olímpicos del año 2016 se celebran el viernes, y ni el gobierno regional ni el club merengue quieren que un incidente empañe la imagen de la entidad ni de la ciudad a pocos días de la decisión final.
Pero además, por si fuera poco, el Santiago Bernabéu será la sede de la final de la presente edición de la Champions League, con lo que el club merengue estará además doblemente vigilado por parte de la UEFA. De hecho, el organismo europeo ha mandado a un delegado a la capital española para que acuda expresamente al encuentro de esta noche. Uno de esos delegados fue el que redactó el acta en el que se basó la UEFA para cerrarle el estadio al Atlético de Madrid tras enfrentarse al Olympique de Marsella, con lo que ya pueden estar todos alerta para que el partido de esta noche se desarrolle con la mayor normalidad posible y así evitar futuros disgustos.
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