Casillas se deja marcar un gol por Zapatero

Con motivos benéficos





El presidente del Gobierno -sin vestirse de corto- saltó al campo para hacerse una foto histórica con todos los invitados a los actos conmemorativos del centenario y, posteriormente, se dirigió hacia una de las porterías. Lo dijo el presentador del acto: el motivo era apoyar con su disparo la campaña mundial "Un Gol por la Educación", una iniciativa secundada por otros jefes de Estado y de Gobierno como Nicolas Sarkozy y Gordon Brown en defensa del derecho fundamental a la educación en todo el mundo.

Zapatero se internó hasta el área chica, Puyol le dejó el balón para que disparara con la pierna derecha y la pelota entró rasa por el centro de la portería sin que Casillas la detuviera. Eso sí, el esfuerzo del portero madridista por interceptarla distó mucho del que hizo el pasado domingo en el Sánchez Pizjuán para hacer una parada antológica al disparo a bocajarro del sevillista Perotti.

Una parada que aún sigue dando mucho que hablar y que hoy Casillas confesaba que aún no había podido ver por televisión. Quizás sobre ella pudieron hablar su protagonista, Zapatero y Pujol en la breve conversación que mantuvieron sobre el césped después de que los futbolistas y ex futbolistas internacionales ovacionaran el gol del presidente del Gobierno.


Actos de la Federación

El tanto subió al marcador, aunque uno de sus testigos privilegiados, el árbitro Iturralde González, quizás tuviera la tentación de anularlo. A Casillas se le pudo oír decir "¡Qué vergüenza!". Pero no fue por la validez del tanto, sino que el comentario lo hizo antes del disparo y mientras se dirigía hacia los tres palos para hacer frente a las intenciones del presidente.

Más de 80.000 espectadores en el Bernabéu no le hacen expresar ese sentimiento. Exponerse ante cientos de futbolistas que han vestido la camiseta española a un disparo de Zapatero parece que sí. Y quien parece que se creció fue el presidente del Gobierno. En la comida inmediatamente posterior a esa foto que seguro que guardará en su álbum personal -la de un barcelonista confeso marcando al portero del Real Madrid- recibió un obsequio del presidente de la Federación, Angel María Villar. Se trataba de una placa conmemorativa del centenario de esta Federación y de una camiseta de la selección con su nombre a la espalda y con el número 8.

Con ella en la mano se dirigió al seleccionador, Vicente del Bosque, para asegurarle que, desde ese momento, se ponía a su disposición por si quería contar con él para próximas citas. No obstante, reconoció que lo tiene bastante difícil porque España cuenta con un centro del campo que es de los mejores del mundo.

Zapatero felicitó a la Federación por su centenaria historia y consideró que esta celebración llega en un gran momento después de haber conseguido la Eurocopa, cuyo trofeo estaba presente en la sala, y de tener verdaderas posibilidades de lograr el próximo Mundial. Tras la jornada de hoy, tal vez sueñe con estar presente en esa cita. No en el campo, pero sí en la grada.