Raúl lo volvió a hacer

R.Madrid 4-2 Valladolid: El capitán marcó los dos primeros goles del partido. El Madrid volvió a hacer gala de su pegada pero dejó dudas respecto al juego. El Valladolid marcó dos grandes goles





Disparado como un cohete fue su primer encuentro con el balón. Una primera carrera rápida de demostración de carácter. La que hace todos los partidos, pero al Valladolid se conoce que le amedrentó. Tal vez miraran las estadísticas del capitán madridista ante ellos y se rindieron con antelación a sus pies.

Curiosamente los dos primeros goles merengues llegaron desde las bandas, la posición en el campo que más desaprovecha Pellegrini por norma habitual. Primero fue Granero el que encaró y dribló al más puro estilo Ronaldo para ponerle a Raúl el estreno en un toque tan sutil como efectivo. A renglón seguido, y casi sin poder desperezarse del primero, fue Marcelo el que se escapó por su costado para ponerle a Raúl en bandeja su doblete. La bestia negra pucelana se volvió más animal que nunca.

NAUZET FIRMÓ UN GOLAZO

Ficha técnica:


Real Madrid: Casillas, Ramos, Albiol, Pepe, Marcelo, Xabi Alonso, Lass, Granero, Van der Vaart (Kaká 70’), Raúl (Drenthe 80’) y Benzemá (Higuaín 70’).

Valladolid: Jacobo, Pedro López, Nivaldo, Luis Prieto, Arzo, Borja (Pele 78’), Font (Bueno 76’), Rubio, Nauzet (Manucho 52’), Diego Costa, Marcos G.

Goles: 1-0 Raúl (13’), Raúl (18’), 2-1 Nauzet (28’), 3-1 Marcelo (45’), 3-2 Marcos (52’), 4-2 Higuaín (79')

Árbitro: Ayza Gámez (valenciano). Amonestó a Arzo, Ramos, Alonso,

Estadio: Santiago Bernabéu. Casi lleno. 78.000 espectadores.

La presencia del Valladolid en el Bernabéu rozaba lo testimonial. El área blanca tenía poco o nada de protagonismo. Sin embargo, una jugada a balón parado, en esta ocasión una falta directa, le sirvió a Nauzet para consagrarse en el mejor Beckham y clavar en la escuadra un golazo que el Bernabéu no tuvo más remedio que asentir como imparable. Sin embargo, al Valladolid le duró la alegría justo lo que tardó Marcelo en trazar una línea recta en la frontal del área y utilizar la pierna derecha para maltratar el balón y acariciar la red vallisoletana.

Aunque si hablamos de caricias, el premio de la noche se lo llevó Marcos, delantero pucelano. Un error de Alonso en el pase lo aprovechó el punta visitante para sortear la estirada de Casillas con un golpeo exterior que, por lo menos, igualó en calidad al de Raúl y se acercó mucho al de Nauzet.

HIGUAÍN, LA PUNTILLA

El Madrid comenzaba a sestear peligrosamente. Ramos se llevó un par de avisos en forma de silbidos. El pelotazo se convirtió en el modus operandi de un equipo cansado y sin ideas. Ante el panorama, nada halagüeño para Pellegrini por el run run del estadio, el chileno recurrió a Kaká e Higuaín para dotar de algo de juego a un Madrid muy espeso. El panorama mejoró. Lo hizo gracias a un desmarque sideral de Higuaín y un pase milimétrico de Alonso. El argentino definió con una vaselina que cruzó el cielo de la capital y con un aire de ‘chúpala tú’ Maradona por no haberme llamado antes. El gol del pipita acabó con el partido y con el Valladolid, que sobrevivió gracias a dos golazos que, difícilmente repetirá en toda la temporada. El Madrid aprobó, sin más. Ganó y marcó a puñados. Lo del juego quedará, una vez más, para otro día.