El centrocampista de Torrejón llegó dos horas tarde al entrenamiento matinal en una fecha en la que los relojes cambiaron la hora para acoplarlas al horario de invierno. Los relojes de debían retrasar una hora, pero el madridista debió confundir la operación de ahí el retraso al entreno. Y es que Guti tiene un móvil de primera generación que cambia automáticamente la hora, pero él, intentando ser diligente la retrasó una hora que se sumó a la que le retrasó luego automáticamente su celular.
Uno de los motivos debió ser que la expedición madridista regresó tras disputar el partido en El Molinón, donde arrancó un empate con un equipo diezmado por las molestas lesiones. La expedición llegó de madrugada de ahí la confusión que esto pudo provocar sumado al cambio horario que seguro muchos ciudadanos habrán confundido. En definitiva, una anécdota que le va a suponer al centrocampista blanco rascarse un poco el bolsillo para hacer frente a la multa que tenga que pagar por ese despiste.
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