El Real Madrid iba regalando goles a comienzo de temporada a su paso por los diferentes campos de fútbol: tres al Espanyol, cinco al Xerez, dos al Villarreal, tres al Tenerife, tres al Marsella, cuatro al Valladolid… Hasta que llegó el Milan. Los dos tantos conseguidos por Raúl y Drenthe no fueron suficientes para derrotar al equipo de Ronaldinho. Ahí se cortó la racha y sucedió algo inimaginable: el equipo de Pellegrini mantuvo en blanco su casillero de goles a favor por dos partidos consecutivos. Y lo que es peor, ante dos equipos de "inferirores". Sporting y Alcorcón demostraron conocer la fórmula para frenar la ‘pegada’ madridista y consiguieron, no sin esfuerzo, dejar a los ‘merengues’ sin probar la salsa del fútbol. No sólo eso, sino que los de Segunda B lograron encajarles cuatro, con las trágicas consecuencias por todos conocidas.
Ahora llega el Getafe al Bernabéu, un Getafe plagado de futbolistas y ex jugadores que conocen a la perfección los entresijos de la entidad blanca y que sin duda intentarán prolongar el bache deportivo que atraviesa el ‘Ferrari’ madridista y que amenaza con dejar a alguien de los que va a bordo en el camino. Su entrenador así lo espera y anuncia con aire torero: “Voy al Bernabéu a cumplir con mi obligación”.
La obligación de Manuel Pellegrini será dar un golpe de autoridad ante el respetable, virar el autodestructivo rumbo que está tomando su plantilla y regresar a una senda de victorias que le permitira respirar más tranquilo de lo que lo ha hecho en las últimas semanas. Para eso, lo primero, será imprescindible volver a perforar la portería rival. Sin acritud Ustari.
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