El Madrid sigue con su gafe particular

Sigue sin ganar en San Siro





Por lo tanto, el equipo blanco va a seguir considerando al feudo milanista como uno de sus estadios malditos, un campo en el que había perdido todas las veces que había jugado allí y únicamente sólo había conseguido anotar un gol en los 450 minutos de fútbol que había disputado sobre su césped.

La oportunidad era única, teniendo en cuenta que el Milan no atravesaba su mejor momento y que sólo valía ganar. Por ello, los futbolistas merengues saltaron al campo decididos a llevarse los puntos, el liderato y, de paso, hacer historia. A pesar de haber salido desde el primer momento a por la victoria, un nefasto arbitraje y las buenas intervenciones de Dida en los instantes finales del partido han impedido que los de Pellegrini rompieran con el maleficio que persigue a este club cada vez que pisa tierras lombardas.

Y es que, de seis partidos que han disputado allí, los blancos sólo han sido obtener un empate, precisamente el de esta noche, cosechando en el resto cinco derrotas. Eso sí, al menos se consiguió perforar la portería del equipo rossonero ya que, desde que lo hiciera Joseíto en 1956, ningún madridista, hasta Benzema en la noche de hoy, había conseguido marcar allí.