Royston Drenthe ha vuelto a quedarse fuera de una convocatoria madridista, al parecer por decisión técnica, y ya van tres (la de Getafe, la del partido de vuelta antel el Milan en Liga de Campeones y ahora para la del Calderón del sábado) desde que el holandés participara en la bochornosa derrota madrdidista en Alcorcón.
El jugador inició la temporada con la confianza de su cuerpo técnio al incluirlo como uno de los laterales en ese proyecto pellegriniano de tener a dos jugadores por puesto. Su lugar estaría en la defensa y, aunque no sea su lugar predilecto, se conformó con ello y hasta la fecha ha participado en seis encuentros de los blancos: tres en Liga, dos en 'Champions' y uno en el fatídico encuentro copero. Y aquí es donde podemos encontrar la causa de sus males.
Drenthe venía de marcar un gol, desde su posición de interior zurdo, ante el Milan en el encuentro de Liga de Campeones en el Santiago Bernabéu y, pese a la derrota, parecía que Pellegrini vio en él otra alternativa para recuperar ese juego de bandas que tantos le exigían. Así, le puso de titular ante el Sporting que un partido discreto de ambos equipos. Pocos días después participó en el enfrentamiento de Copa del Rey como lateral izquierdo y los de Juan Antonio Anquela aprovecharon la ocasión para darle la noche y la cartilla de prejubilado. Dentro del desorden general de los blancos, el holandés no supo en ningún momento afrontar lo que se le venía encima, ni en ataque ni en defensa, y ahora lo paga con su presencia en la grada mientras intenta aprender es complicada y a la vez cada vez más denostada labor del lateral.
Con todo, Drenthe, que ya ha superado otros obstáculos desde que llegara a Madrid, siempre ha declarado que su sitio está en este equipo y que trabajará por hacerse un hueco en él. De momento, su primer trabajo será recuperar la confianza de un entrenador desencantado.
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