Cuestión de orgullo

El Madrid se juega su prestigio ante un Segunda B. La afición responderá llenando el estadio, y demandan lo mismo de sus jugadores.





Imperar al miedo escénico o a las grandes remontadas de la historia blanca puede sonar exagerado, sin embargo, la dificultad de meterle cinco goles a un equipo de Segunda B, en este caso el Alcorcón, también tiene su aquel. Hoy más que nunca, el Madrid necesita un buen partido arriba y abajo. De los pies y de las gargantas. Un ridículo como el de Alcorcón sólo puede superarse con una goleada para dejarlo todo en normalidad. Esa palabra que en Santo Domingo se quedó en el vestuario en el peor momento posible y en el que más daño podía hacer.

Alineaciones probables:

Real Madrid: Dudek; Arbeloa, Pepe, Raúl Albiol, Marcelo; Lass, Diarrá, Kaká; Van Nistelrooy, Raúl e Higuaín.

Alcorcón: Juanma; Rubén Sanz, Anaurbe, Iñigo López o Borja Gómez, Nagore; Fernando Béjar, Jeremy, Mora, Ernesto; Borja y More o Bravo.

Árbitro: Fernández Borbalán (Colegio Andaluz).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 20.00 (Canal )

La grandeza de un jugador se debe demostrar dentro y fuera del campo. Con la hierba alta o baja. Con barro o con hielo. Lloviendo o nevando. Los elementos son circunstancias que rodean el reloj biológico de cualquier persona, y los jugadores del Madrid no pueden ser ajenos a ello. Si el Alcorcón les mojó la oreja hace dos semanas, el Madrid no puede hacer otra cosa que coger la toalla, secarse el líquido, y ponerse a jugar.

Pellegrini también se juega buena parte de su reputación como técnico. El chileno se sabe ganador en el affaire Guti, pero una pequeña batalla no hace una guerra, especialmente cuando los tornillos de tu banquillo no parecen tan amarrados como deberían. El chileno tirará de cantidad (jugará con tres delanteros). A su equipo no le quedará otra que hacerlo de calidad y, por supuesto, de orgullo.