Benzema apunta otra vez a la suplencia

Francia-Irlanda (21.00)





El tanto logrado de rebote por Nicolas Anelka en Croke Park otorga a Francia un favoritismo que une a su mejor clasificación de la FIFA y a su condición de local en la vuelta de la repesca.

Elementos suficientes para considerar que la eliminatoria está casi resuelta si no fuera por la irregularidad que ha mostrado en los últimos meses el combinado de Raymond Domenech, una inestabilidad que mantiene cierta interrogante.

Basta con ver el encuentro en Dublín para darse cuenta de que Francia no es, hoy por hoy, un equipo fiable. Frente al once del trébol, los "bleus" apenas crearon peligro, marcaron en un rechace y se encomendaron al portero Hugo Lloris para evitar el empate. De aquel encuentro, además de un ajustado resultado favorable y muchas dudas, Domenech se trajo tres lesionados, Eric Abidal, Jeremy Toulalan y Abou Diaby, lo que complica la formación de su defensa.

DOS SEVILLISTAS PARA SUPLIR A ABIDAL

La baja más sensible es la del jugador del Barcelona, que en Irlanda fue reciclado como central ante la falta de hombres en ese puesto y que será sustituido por el sevillista Julien Escudé o su compañero de club Sébastien Squillaci.

Alineaciones probables:

Francia: Lloris; Sagna, Squillacci o Escudé, Gallas, Evra; Lassana Diarra, Alou Diarra; Anelka, Gourcuff, Henry; Gignac o Benzema.

Irlanda: Shay Given; Richard Dunne, Sean St. Ledger, John O'Shea, Kevin Kilbane; Damien Duff, Keith Andrews, Glenn Whelan, Liam Lawrence; Robbie Keane, Kevin Doyle.

Árbitro: Martin Hansson (SUE)

Estadio de Francia de Saint-Denis.

El resto del equipo sufrirá pocos cambios, aunque resta por saber si Domenech alineará de salida al madridista Karim Benzema en punta del ataque en sustitución de André-Pierre Gignac.

La selección irlandesa llega a su partido más importante de los últimos años con el imperativo de ganar a Francia en París, un objetivo complicado para un equipo diseñado en el laboratorio de Giovanni Trapattoni para, sobre todo, no perder.

Como ha demostrado durante la fase de grupos, Irlanda es una escuadra difícil de batir que lleva el sello de "Trap" (trampa en inglés). Organizada, disciplinada y muy física, saca petróleo de las jugadas ensayadas, pero nota la ausencia de jugadores creativos como, por ejemplo, los centrocampistas Stephen Ireland, del Manchester City, y Andy Reid, ahora en el Sunderland.

Trapattoni ha llorado la falta del primero, una versión irlandesa de Steven Gerrard que se ha borrado de las convocatorias por motivos aún desconocidos. Pero ha alimentado un debate nacional sobre el segundo, un malabarista del balón con gran visión de juego, que, no obstante, no encaja en la pizarra del técnico por su supuesto carácter indolente y aspecto regordete.

IRLANDA, VENIDA A MENOS


A esto hay que sumarle que las envejecidas estrellas Damien Duff y Robbie Keane a duras penas aguantan un partido completo y que el hombre más desequilibrante ahora mismo en este equipo, el extremo del Celtic de Glasgow Aiden MacGeady, volverá a ver la mayoría de este partido desde el banquillo.

Y es que, a pesar de ir por debajo en el marcador, Trapattoni no va a traicionar sus planes y alineará en París, casi con toda seguridad, el mismo once que cayó derrotado el pasado sábado.

La consigna, una vez más, es trabar el partido en la media y parar las líneas de pase y las subidas de los laterales, para mantener, así, su portería a cero y cazar algún gol en jugadas a balón parado. Irlanda, pues, en su salsa y convencida de que puede obrar el milagro que necesita para clasificarse para la fase final de un Mundial por primera vez desde Japón y Corea 2002.