Ya sin posibilidades de lograr puesto en su Liga para la próxima edición de Liga de Campeones, el equipo suizo intentará alargar al máximo su estancio en esta competición. Y es que aún le restan opciones matemáticas para superar la fase de grupos si protagoniza una nueva sorpresa ante el Real Madrid. Sin emabargo en el caso de perder enterrará sus mínimas opciones.
El Zúrich nunca puntuó en el historial de enfrentamientos ante un Real Madrid que le derrotó en las tres ocasiones que han cruzado sus caminos. Ahora, llega a la cita un equipo tocado, octavo en una Liga de diez equipos, a falta de dos jornadas, y recientemente eliminado de la Copa de su país, en octavos de final por el Basilea (4-2).
Su técnico, Bernard Challandes, anda pendiente de la evolución de dos de sus jugadores fijos, el defensa Philippe Koch y el centrocampista Silvan Aegerter, sin embargo no podrá contar con Johan Vonlanthen, que sufre una lesión muscular desde el último encuentro de Liga de Campeones, cuando el Zúrich recibió la goleada del Olympique de Marsella (6-1). Tampoco puede contar el técnico con Onyekachi Okonkwo, sancionado.
La visita al Santiago Bernabéu es especial para el equipo suizo, que a pesar de todo será apoyado desde las gradas por 2.000 aficionados, ubicados en el cuarto anfiteatro del fondo norte de un estadio que se llenará en una nueva noche europea.
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