Sólo puede quedar uno

Barcelona y Real Madrid se juegan el liderato de la Liga. Pellegrini, con ganas de dar un golpe encima de la mesa para acabar con las críticas.





Si hay una palabra para definir un partido entre Barcelona y Real Madrid esa no podía ser otra que ‘millones’. Los que habrá depositados en el terreno de juego. Los que lo verán a través de la televisión. Los que habrá en juego en las apuestas. Los que se generarán en ilusión en todos los rincones del mundo. Y así un largo etcétera.

Alineaciones probables:

Barcelona: Valdés, Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Touré, Xavi, Iniesta; Keita o  Messi, Ibrahimovic y Henry

Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol o Garay, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Marcelo o Higuaín; Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro).

Estadio: Camp Nou.

Hora: 19.00
(Canal Liga/Gol TV)

El Madrid juega en el mejor escenario posible para finiquitar esas dudas que su juego lleva arrastrando desde que comenzó la temporada. O para agravarlas. Esto es así de agrio. En un partido de contrastes como el de hoy no hay medias tintas. Frío o calor. Blanco o negro.  En esta tesitura de sólo puede quedar uno, las parejas resultantes de los envites entre las diferentes posiciones de uno y otro equipo sirven de algodón para los reconocimientos y premios individuales. Así, Ronaldo y Messi podrían jugarse cara a cara el Balón de Oro. Kaká e Iniesta, el privilegio de ser el crack ‘silencioso’. Alonso y Xavi, el reconocimiento jerárquico del centrocampismo de nuestra selección. Esto, además, sin olvidar que el todo es la suma de cada una de sus partes.

PELLEGRINI, CON GANAS DE REIVINDICACIÓN

En otro grado se encuentra Manuel Pellegrini. El chileno se ha visto sometido al pim pam pum periodístico que lleva implícito ser entrenador del Madrid. Que si su equipo nu juega bien. Que si se lleva mal con Guti. Que si rotaba sin sentido. Pequeñas cosas (algunas grandes) que el chileno tendrá anotadas en la libreta y que, a buen seguro, tratará de descargar a la mínima ocasión que se le presente. Le tiene ganas a la sala de prensa del Camp Nou.


Otro que también se juega bastante en el partido es Florentino Pérez. Evidentemente, FP no se calzará las botas. Sin embargo, uno de los motivos de su regreso vino propiciado tras el 2-6 de la temporada pasada. Tras el mismo dijo basta. Hoy tendrá la ocasión de demostrarle a ese planeta fútbol al que tanto desea económicamente hablando que su equipo es el mejor. Sería la mayor y mejor de sus alegrías. Para él y para millones de personas. Como dirían en el precio justo, sólo queda decir aquello de ‘a jugar’.