La diferencia sólo estuvo en el marcador

El Madrid no demostró ser peor que el actual campeón y sale reforzado públicamente. Antes del partido se apostaba por una goleada culé y fue el Madrid el que tuvo las ocasiones más claras





Muchos eran los que apostaban por una victoria local, e incluso algunos aventuraban una goleada del equipo de Pep Guardiola, sin embargo la diferencia que algunos auguraban entre Real Madrid y Barcelona no fue tal. Y es que durante los noventa minutos, el todopoderoso equipo del triplete no pudo doblegar en ningún momento al conjunto de Pellegrini. Es más, la primera mitad fue mayoritariamente de color blanco.

 

Como ya hiciera ante el Racing de Santander, el técnico chileno apostó por cuatro centrocampistas colocados prácticamente en rombo, con Kaká y Xabi en los vértices de la diagonal mayor, y Marcelo y Lass en los laterales que el sábado pasado ocuparon Drenthe y Granero. La defensa adelantada y la presión realizada en el centro del campo terminó por ahogar en la primera parte a un Barcelona que se veía incapaz de llegar con soltura al área de Casillas, mientras que el conjunto blanco rondó el gol más de lo que muchos se esperaban. De hecho, Kaká le dejó en bandeja a Ronaldo y Marcelo sendos goles después de quebrar a la defensa blaugrana, pero ambos lo desaprovecharon. El primero porque remató al cuerpo de Víctor Valdés, y el segundo porque se durmió y dejó que Puyol le tapara el disparo.

En la segunda mitad, el Barcelona sí que se estiró un poco más, sobre todo nada más reanudarse el partido hasta la expulsión de Busquets, que fue el intervalo en el que Ibrahimovic consiguió el gol de una jugada aislada. Sin embargo tampoco logró plasmar sobre el campo ese dominio tan aplastante que muchos preveían por lo visto en la temporada anterior y en estos tres primeros meses de competición. E incluso Piqué pudo cometer un penalti sobre Cristiano que hubiera podido cambiar el devenir del encuentro, además de sendas ocasiones de Higuaín y Benzema en el área culé que finalmente fueron abortadas por la rápida zaga barcelonista.


"NO MERECIMOS PERDER"

Tras el partido, todos los protagonistas del bando madridista destacaban lo injusto del resultado en el Clásico, y es que la diferencia entre ambos equipos sólo estuvo en el marcador, porque el Real Madrid miró al Barcelona a los ojos y le peleó el partido de tú a tú, siendo incluso superior en muchos tramos del partido. Y todo eso a pesar de que el conjunto culé es el máximo favorito a todas las competiciones según los expertos, y que en este Real Madrid en formación todos estaban en la cuerda floja, sobre todo el entrenador, tras la eliminación copera. Es precisamente por ello que públicamente el conjunto blanco sale todo lo reforzado que se puede salir tras una derrota y ha solventado las dudas sobre sus posibilidades de pelear el título de Liga. Habrá duelo, y la próxima batalla es ya el sábado.