La esencia del fútbol abandona al Madrid

Los últimos partidos, ejemplos de la disminución goleadora. Tres goles en los últimos cuatro choques, el bagaje goleador de los de Pellegrini. Con Ronaldo recuperado, el Madrid vuelve a amenazar con recuperar su balance anotador del inicio de año.





Los de Pellegrini comenzaron la temporada con el gol por bandera. Así, el Madrid le endosó tres goles al Deportivo en la primera jornada de Liga, otros tres al Espanyol en la segunda, cinco al Xerez en la tercera o tres al Tenerife en la quinta. En la Champions, el Zúrich recibió una manita de los blancos en su propio estadio y el Marsella se llevó tres en su visita al Bernabéu.

La pegada blanca fue la mayor de las virtudes de los blancos en el arranque de la competición oficial. Con Cristiano como principal baluarte, el Madrid encontró en su efectividad la mejor arma para hacer frente a todas las críticas que aludían a su falta de juego. Y es que la esencia del fútbol, el gol, estaba de su lado.

EL VESTUARIO NO ESTÁ PREOCUPADO

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, esa esencia para haberse esfumado de forma repentina. Lo que antes eran goles, ahora se transforman en paradas imposibles de los porteros rivales o en encontronazos con los postes y largueros. De esta forma, el Madrid sólo ha podido marcar tres goles en los cuatro últimos partidos disputados. Tres de ellos se saldaron con victoria por 1-0 ante Alcorcón, Racing y Zúrich, mientras que en Barcelona el equipo se quedó sin marcar. Lo curioso es que las ocasiones siguen siendo prácticamente las mismas y la diferencia con el inicio de campaña radica en la puntería y precisión. Es por ello por lo que en el seno del Real Madrid no están preocupados: “Si no generáramos ocasiones sí sería un problema. Es cuestión de afinar un poco más, simplemente. Con la calidad que tenemos volveremos a marcar muchos goles”, sentencia una voz autorizada del vestuario blanco. Y es que con la recuperación de Ronaldo, los Raúl, Benzemá, Higuaín, Kaká y compañía vuelven a tener el sabor del gol más cerca de sus botas.