Desde que anotara sus dos goles ante el Tenerife en la quinta jornada del campeonato de Liga, el francés acumula siete partidos en esta competición sin ver portería. En total, han sido 379 minutos en los que no ha sido capaz de batir a los guardametas de los siguientes equipos: Sevilla, Valladolid, Getafe, Atlético de Madrid, Racing de Santander y Barcelona. Es cierto que el francés puede dar, en algunos momentos, cierta sensación de desidia en referencia a su actitud sobre el campo. Pero hay otras causas que explican el bajo rendimiento goleador del ariere galo.
BENZEMA ESTÁ PAGANDO SU JUVENTUD
La primera de ellas, y la más fundamental, es la falta de adaptación al equipo. Su juventud (21 años), el hecho de haber estado vivendo hasta hace apenas unos días en un hotel y el desconocimiento del idioma (hace unas semanas empezó a dar clase de español), son matices que están dificultando el acoplamiento del jugador a una plantilla ya de por sí muy renovada, con hasta ocho caras nuevas, y que necesita de un tiempo para que todo el bloque comience a funcionar.
A su integración tampoco está ayudando Manuel Pellegrini. El chileno está teniendo muy poco tacto con el francés en este primer tramo de la temporada ya que, salvo ante el Xerez y el Tenerife, en los que sí disputó los 90 minutos, el resto de partidos, o bien ha sido sustituido siempre antes de tiempo o, como en los encuentros ante el Villarreal y el Barcelona, los empezó desde el banquillo. Unos cambios que le tienen muy mosqueado, que los entiende como un castigo de Pellegrini ante la poca fortuna que está teniendo de cara al gol.
BUENA ACTITUD SOBRE EL CAMPO
Esto es lo único que se le puede achacar al delantero francés ya que, en lo demás, está mostrando un rendimiento más que correcto, sobre todo en los últimos partidos, en los que compartió con Higuaín la dupla atacante. En esos partidos se vio al galo muy participativo, cayendo constantemente a bandas y asociándose muy bien con sus compañeros de segunda línea. Se le ha visto dar asistencias de gol (a Higuaín ante el Getafe y a Marcelo en el Vicente Calderón), y participar mucho más activamente en la primera línea de presión sobre los defensas rivales.
Por lo tanto, y a la espera de que el jugador termine por acoplarse a la vida y costumbres de una ciudad tan diferente a Lyon como es Madrid, a Benzema lo único que le queda es seguir trabajando en los entrenamientos para sacar adelante esa asignatura pendiente que se le ha resisitido en los últimos partidos, que no es otra que la de marcar. Y no sería de extrañar que ante el Almería lo consiguiese...
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