Con Ronaldo y con la gorra, líder de grupo

El portugués marcó dos goles y fue el referente del ataque blanco. Albiol se estrenó como goleador esta temporada. Los blancos cerraron su clasificación para octavos como primeros de grupo con brillantez.





Contar con tipos como Cristiano Ronaldo te da puntos. O goles. O, en el mejor de los casos, ambas cosas. Ya avisó en la previa el portero del Marsella, Mandanda, del respeto que le provocaban los misíles teledirigidos del portugués. Sabía que era un tema que le iba a entrar en el examen, y aún así lo cateó. Y no lo hizo por incapacidad, sino porque el profesor portugués lo puso muy difícil. Un pepinazo a 30 metros vista se coló por la escuadra de la puerta francesa. Adiós al infierno, tembleque de canillas para el portero local, y alegría para el madridismo. Todo en uno y el partido acababa de empezar. Mejor guión imposible.

A este Marsella, al que le sobraba empuje y le faltaba calidad, sólo podía darle vida el Madrid. Con perros de presa en el centro del campo, y fajadores arriba, los galos fiaban toda su suerte a los balones divididos y al amilanamiento que  pudiera sufrir el Madrid en los encontronazos con y sin balón. Fue precisamente en una arrancada de fuerza de Taiwo donde el Madrid demostró que el juego de cabeza se le escapa de las manos. Tras un rachace 'bola fuera' de Albiol, Lucho se encontró con el cuero y no tuvo más remedio que alojarlo en la red de Casillas. Un gol con cierto tufillo a ilegal tanto en el primero de los remates como en el segundo. Ante la duda, el de casa, y más si es francés, tiene premio asegurado.

Ficha técnica:

1- Marsella: Mandanda; Bonnart, Diawara, Heinze, Taiwo; Lucho, Cissé (Koné, m.63), Cheyrou; Abriel, Niang (Valbuena, m.68); y Brandao (Morientes, m.78).


3- Real Madrid: Casillas; Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa; Lassana Diarra, Xabi Alonso (Mamadou Diarra, m.79), Van der Vaart (Raúl, m.72), Marcelo; Higuain (Benzema, m.63) y Ronaldo.

Goles: 0-1, m.5: Ronaldo; 1-1, m.11: Lucho; 1-2, m.60: Albiol; 1-3, m.81: Ronaldo.

Árbitro: Wolfgang Stark (ALE), amonestó a los locales Brandao y Heinze y a los visitantes Higuain, Casillas y Xabi Alonso

Incidencias: Partido de la primera fase de la Liga de Campeones disputado en el estadio Velódromo de Marsella ante unos 60.000 espectadores.

LOS AMIGOS DE PLATINI, EN SU SALSA

La caldera de Marsella se encendió. Bengalas, punteros láser y demás menesteres hicieron acto de aparición en el Velodrome como si de bocadillos de tortilla y guantes contra el frío se tratara. Total, aquí vale todo. Sin embargo, el Madrid no se amedrentó. No lo hizo porque el balón fue su mayor y mejor aliado. Con Alonso como acumulador de contactos y Ronaldo como afilador, el Madrid pudo marcar si en una melé de rugby en el área francesa la moneda le hubiera salido cara en lugar de cruz.

ALBIOL HIZO DE RONALDO

Si el Madrid había dado la de arena en el único acercamiento de los franceses en la primera parte, no había mejor manera que devolverlo con una jugada a balón parado. La improvisición de la misma pudo verse en el momento en el que Albiol conectó con la izquierda un balón que llegaba sobado previamente. El valenciano acomodó su zurda y coló el balón junto al palo. Olía a sentencia. Y eso que Casillas trató de poner emoción al partido cometiendo un penalti al estilo Rey Mago. Esto es, un regalo. Sin embargo, Lucho transformó el presente en carbón. Pegó en el palo.

La sentencia era cuestión de tiempo. Y de espacios. El mismo que arqueó  Lass para encontrar a ese número ‘9’ blanco que corría como un gamo. Ronaldo se rió de Diawara y Mandanda, a los que dejó por el suelo, y tiró de abdominales para levantarse con la misma rapidez con la que celebró el gol. Con sutileza y tranquilidad. Todo en uno. Al final va a resultar que los 94 millones de euros gastados en sus botas, van a ser los más rentables de la temporada. Por lo pronto, el Madrid ya está donde debe estar, en octavos, y como debe, primero de su grupo. Esto marcha.