El insustituible Pepe

El Madrid busca sustituto ante la previsión de seis meses de lesión del juagdor





"Pepe es insustituible, no hay otro Pepe en el mercado. (...) Miraremos el mercado con la seguridad de que se nos ha lesionado un jugador de mucha categoría y de que no hay en el mundo uno como él", aseguraba el Director General del Real Madrid, Jorge Valdano, tras confirmarse la grave lesión de rodilla de Pepe. Sus declaraciones, lejos de parecer exageradas, son resultado de un conocimiento cierto y contrastado sobre las cualidades de uno de los defensas más decisivos del planeta.

La costosa contratación por parte del Real Madrid de este brasileño con pasaporte portugués hace dos temporadas ya suscitó la desconfianza de los expertos futbolísticos. Un defensa no podía valer tanto. 30 millones de euros después, algo más de dos temporadas en las que el joven defensa (tiene tan sólo 26 años) no ha hecho más que crecer y una terrible lesión que ha desatado las alarmas tanto en su club como en la selección lusa ante su presumible ausencia por un largo período de tiempo no han hecho sino demostrar que Pepe es insustituible.

Con la elástica madridista, el defensa ha seguido una progresión continuada en la que su liderazgo y aptitudes físicas en el centro de la zaga 'merengue' le han convertido en la mayor referencia defensiva blanca desde la marcha de Fernando Hierro. Esa posición indiscutible en la retaguardia del mejor equipo de la historia le sirvieron para que Portugal también viera en él a su líder defensivo, en donde además se ha destapado como un jugador polivalente ya que su seleccionador, Carlos Queiroz, ha visto en el también las cualidades de un mediocentro de garantías.

 


Casquero, la excepción

Como todos los genios, también Pepe tiene su lado oscuro. Resultado de una implicación en los partido casi irracional, el portugués ha exhibido en algunos partidos una actitud cuanto menos antideportiva. Pero, pese a la injustificable salida de tono de, por ejemplo, la agresión a Casquero durante un partido de Liga, y que ya le sirvió de escarmiento una severa sanción de diez encuentros, Pepe no se caracteriza por un juevo violento. Una única tarjeta roja directa y trece tarjetas amarillas en más de cincuenta partidos de Liga y tres amarillas y una roja (por doble cartulina amarilla) en Liga de Campeones partidos así lo atestiguan. Pepe sabe medirse en sus acciones, lo que repercute en una continuidad necesaria y a veces impagable para su defensa.

Ahora, con su terrible lesión, ha surgido una ingente lista de candidatos a ocupar su plaza. Puede ser que finalmente uno de ellos fructifique y desembarque en Madrid con la vana idea de sustituir a alguien insustituble. O quizá lo consiga, quién sabe. Pero, lo que seguro no van a sustitur es "esa sonrisa que siempre me caracteriza". Pepe dixit.