Ya ha llovido desde aquél 5 de diciembre de 1999. Por aquél entonces, el conjunto entrenado por Vicente del Bosque llegaba a la decimocuarta jornada liguera con únicamente dieciséis puntos y un undécimo puesto en la tabla. En cambio, el Zaragoza de "Txetxu" Rojo era uno de los gallitos de la categoría y se colocaba en tercer puesto con 22 puntos, a cinco de los líderes Deportivo y Celta.
Por tanto, el conjunto blanco afrontaba el duelo con los maños con los papeles cambiados e inmerso en una de las mayores crisis deportivas e institucionales de toda su historia. Sin embargo, pocos podían esperar antes del partido lo que luego pasaría, ya que el resultado logrado por los zaragocistas pertenece ya a la historia negra del club blanco. En total, cinco fueron los goles maños en el Santiago Bernabéu, anotados por Milosevic y Juanele a pares y por Ander Garitano.
Únicamente Raúl fue el capaz de maquillar el resultado final (1-5) de un partido que en el descanso ya se perdía por 0-3. No en vano, el entonces presidente blanco, Lorenzo Sanz, tuvo que abandonar el palco al final de la primera parte ante la triste imagen ofrecida por el equipo. Tras este encuentro, la crisis del club tocó fondo, ya que en la jornada 14 el Real Madrid pasó a ser decimoséptimo en la clasificación, a un sólo punto de los puestos de descenso.
Pero eso sí, un dato curioso que demuestra la grandeza de este club hasta en los peores momentos. En esa misma temporada, el equipo logró ganar la octava Copa de Europa en París a pesar de que el favoritismo recaía en el Valencia. Un éxito que, además, permitió que el conjunto blanco disputara la Liga de Campeones de la siguiente edición, ya que en la Liga sólo pudo ser quinto.
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