Por ello, la revista francesa SO FOOT ha querido profundizar en la vida de este introvertido jugador, que destaca más por su trabajo y entrega que por su vida fuera de los terrenos de juevo. Así, según su opinión "pienso que hay cinco pilares básicos en mi éxito como futbolista: mis humildes raíces, mi carrera caótica, una confianza absoluta en mí mismo, Mourinho (su técnico en el Chelsea) y mi llegada al Madrid".
Y es que, aunque parezca soprendente por su juventud, Lass ya ha pasado por equipos de la talla del Arsenal y el Chelsea, aunque del primero no guarda un buen recuerdo. "Con Wenger en el Arsenal no aprendí nada porque sólo me dirigió la palabra cuando me marché. Con él nunca tuve una demarcación fija y la acabé por encontrar en el Portsmouth" comenta, aunque sí destaca a Mourinho como "clave. Me miraba fijamente y me daba los mejores consejos".
Pero por mucho que su comportamiento de ahora pueda indicar que es una persona equlibrada, en su juventud no lo fue tanto. Uno de sus primeros entrenadores, Guy Hillion, comenta sobre él que "era polémico, ya que no mostraba interés en sus estudios, pero sí en las chicas de su colegio"; algo que incluso le valió la expulsión de las academias de fútbol de Nantes y Le Mans. Una tendencia que, por fortuna, cambió con su entrada en la fase adulta, en la que comenzó a convertirse en el Lass que hoy muchos admiran.
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