Un Mallorca 'made in Real Madrid'

Cinco jugadores bermellones hunden sus raíces deportivas en el Real Madrid





Y es que hasta cinco futbolistas de la actual primera plantilla del RCD Mallorca comenzaron a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Real Madrid. Enrique Corrales formó parte de la cantera madridista durante tres temporadas. El defensa sevillano vistió la camiseta del segundo filial blanco entre los años 2000 y 2003, justo antes de dar el salto a Primera División en las filas de Osasuna donde se asentó.

El mismo recorrido hizo Borja Valero. El centrocampista se marchó a Mallorca con el objetivo de seguir creciendo como futbolista después de once años en la cantera del Real Madrid. Borja llegó a debutar con la camiseta del primer equipo en la temporada 2006-2007 en Copa del Rey y en Liga de Campeones ante el Dínamo de Kiev. La temporada siguiente, el jugador madrileño tomaría la decisión de dejar el Real Madrid para marcharse a Mallorca. Tras un año en la isla probó la aventura de la Premier League, donde jugó durante una temporada en el West Bromwich Albion para después volver a Mallorca. Allí se ha convertido en un futbolista muy importante para el conjunto bermellón. En una entrevista para el diario 'Marca', el ex madridista reconocía que aún sueña "con jugar en el Bernabéu vestido de blanco. De ilusiones también se vive".

Una situación similar vivió Julio Álvarez. El centrocampista nació en Venezuela y desde allí se trasladó a España, para comenzar su vida futbolística. Su primera parada fue el Deportivo de la Coruña desde donde llegó en 1999 para jugar dos años con el filial del Real Madrid, de donde se marchó en 2001.

Óscar Díaz dio el salto al club madridista procedente del Alcorcón. El centrocampista jugó una temporada (2005-2006) en el Real Madrid Castilla a las órdenes de López Caro donde la suerte no le acompañó. Óscar disputó trece partidos anotando dos goles en un filial que terminó la temporada en segunda posición.

El último de los cinco jugadores con pasado madridista es el más veterano de todos ellos. Rubén González tiene tras su espalda la experiencia de haber levantado una Liga de Campeones vestido con la elástica del Real Madrid. Fue en el año de su llegada, en la temporada 2001-2002. Rubén debutó en Primera División y formó parte de la plantilla que se adjudicó la Novena Copa de Europa. El futbolista, un fijo para el filial madridista, no conseguía hacerse con un hueco en el primer equipo por lo que se vio obligado a probar suerte en otros equipos. Se marchó cedido al Borussia Mönchengladbach para después recalar de nuevo en el fútbol español.


En resumen, un nuevo ejemplo de esos "jugadores polifuncionales" creados en 'La Fábrica' que tanto provecho están sacando en otros equipos.