Y el francés, consciente de que su fichaje por el Real Madrid la próxima temporada pasa porque no se lesione y por realizar buenos partidos en esta segunda vuelta de la temporada. Y ante el Werder Bremen se pudieron ver algunos destellos de su gran clase en los 22 minutos que estuvo sobre el césped. Al principio, y consecuencia de su larga inactividad, se pudo ver a un Ribéry timorato e impreciso en los pases, tras lo cual dio lugar a dos buenas acciones suyas al final del partido, en las que milagrosamente su equipo no pudo marcar.
Al final del encuentro, Van Gaal no dudó en mostrar su satisacción por el regreso de su futbolista (al menos esta temporada) a los terrenos de juego: "Estoy feliz de tener a Franck de nuevo a bordo". Y es que el técnico holandés ha echado de menos a su estrella en estos cuatro meses que ha estado lesionado.
Pero la auténtica prueba de fuego para el objetivo estrella de Florentino Pérez la próxima semana vendrá esta próxima semana, cuando el internacional galo jugará los 90 minutos del amistoso que su equipo disputará ante el Ingols-tadt, de la Tercera División. A partir de entonces tendrá que demostrar a los dirigentes blancos que la inversión que se va a a realizar por él de cara a la próxima campaña merece realmente la pena...
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