Casillas se aburre en el Bernabéu

El guardameta madridista ha visto cómo su equipo dejaba su portería a cero en los últimos tres partidos en casa


Iker Casillas, portero del Real Madrid




Ante el Málaga, los madridistas completaron su tercer encuentro consecutivo en casa sin encajar goles. El dominio ejercido por los hombres de Manuel Pellegrini durante el partido hizo imposible que los malagueños anotaran algún tanto, a pensar de jugar con diez durante cerca de veinte minutos. Antes que ellos, ni Mallorca ni Zaragoza pudieron lograr que Casillas visitara las profundidades de su portería.

El esforzado trabajo de Pellegrini por hacer del equipo blanco un conjunto más sólido, defensivamente hablando, encuentra en Iker Casillas su principal perjudicado. El Real Madrid ha logrado poner fin así a uno de sus tradicionalmente puntos débiles: la debilidad defensiva. Ni siquiera la presencia de los mejores zagueros internacionales, Balones de Oro incluidos, habían logrado que la parroquia madridista se sintiera segura en casa. Ahora, con las directrices en la pizarra del 'Ingeniero' totalmente asimiladas por sus jugadores en el campo, Casillas comienza a sentir que su don para atajar lo imposible ya no es tan necesario.