El impacto del brazo de Cristiano con Mtiliga no fue menos que los repetidos golpes que Messi le propinó al sevillista Marc Valiente. Sin embargo, algunos iluminados se jactaron de alabar el MODÉLICO comportamiento del delantero argentino. Un modelo para cualquier jugador, sí, escupiendo cuando no puede con sus marcadores y liándose a codazos con los rivales cuando no consigue avanzar.
El pim pam pum de los antimadridistas
La vergüenza desatada por la decisión de un Comité manipulado y viciado no puede suponer otra reacción en el Real Madrid que el recurso a Apelación alzando la voz. No puede permitirse que el club más grande de España sea el hazmerreír para todos aquellos antimadridistas que pululan por nuestro territorio. La pena (la vergüenza más bien) es que algunos que se autoproclaman madridistas miren para otro lado cuando el club blanco es atacado impunemente por plumillas de medio pelo y deleznables personalidades que habitan en el vicio que supone estar de lado del Villarato.
Al menos, este humilde medio, Defensa Central, seguirá denunciando como siempre cualquier ataque que tenga como destino destruir al Real Madrid. No seremos millones (todavía), ni venderemos tiradas innumerables pero, al menos, queremos al Madrid por encima de todo. Por eso y por mucho más, no nos cansaremos de denunciar las injusticias: la sanción a Cristiano es una auténtica VERGÜENZA.
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