"Ribéry juega un papel muy importante dentro del equipo, pero nunca se sabe lo que puede ocurrir", admitió Van Gaal en referencia al reiterado interés del Real Madrid por fichar al internacional francés. Desde el regreso de Florentino Pérez y la aparición en escena de Zinedine Zidane en la vida social madridista, el nombre de Ribéry no ha dejado de relacionarse con a 'Casa Blanca'. Además, la mala relación entre Van Gaal y el galo podría precipitar su abandono del club bávaro, una situación que el propio entrenador holandés trató de encubrir: "Ribéry y yo siempre hemos sido amigos".
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Con todo, Van Gaal, reacio a perder a uno de sus escasos jugadores desequilibrantes, reconció que "el Real Madrid, o el equipo que quiera ficharle, debe hablar antes con el club, con el Bayern, que con el jugador".
Lo cierto es que lesiones aparte, el holandés confía en el jugador francés. El pasado sábado Ribéry retornó a la competición jugando 22 minutos ante el Werder Bremen en la Bundesliga y fue titular en un amistoso ante el Ingolstadt, dando con ello por finalizados unos problemas físicos que le han tenido apartado de los terrenos de juego por varios meses.
Ribéry finaliza su contrato con el Bayern el 30 de junio de 2011. Desde la entidad germana tienen claro que deben lograr la renovación del futbolista antes de que su vinculación con el club llegue a su fin o corren el riesgo de perder una cuantiosa suma por el traspaso de un futbolista que sabe que no saciará su hambre de títulos en su actual equipo. Ribéry, a través de su agente Alain Migacacio, no han avanzado en esa renovación y parece que ésta, de producirse, irá para largo. Desde Madrid no pierden comba de los movimientos del francés y ya preparan una cantidad (unos 20 millones) que consideran ajustada al valor de un jugador que podría quedar libre la próxima temporada. Lo único que parece claro es que Van Gaal está resignado a su marcha: "Así es el fútbol", concluyó.
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