El Real Madrid acudía a este recurso con los señores (por llamárles algo) del Comité de Apelación con la esperanza de que, al menos, rectificaran el error del Comité de Competición y rebajaran la sanción a un partido. Pues la respuesta ha sido negativa. Y es que la presión llegada desde Barcelona ha debido influir en la neurona de Villar, que ha debido dar órdenes estrictas para que la sanción a Cristiano Ronaldo se mantenga fuera cuales fueran las consecucias.
Y daba igual que se comparara la jugada del luso con la de Messi, que llenó de moratones el pecho de Marc Valiente sin que aquí pasara nada. O que el acta arbitral estuviera mal redactada, motivo de peso para anular cualquier sanción sea del índole que sea. Todo eso daba igual. El objetivo aquí era perjudicar al Madrid y na vez más ño han conseguido manteniendo su sanción para los dos siguientes partidos del conjunto blanco, claves para el devenir del equipo en la Liga.
Aún así, el Madrid no tiene pensado rendirse ante la dictadura de la Federación. Los servicios jurídicos del club ya trabajan para presentar un recurso ante el Comité Español de Disciplina Deportiva para que den la cautelar al portugués y así pueda jugar este sábado ante el Deportivo en Riazor. Aunque desde el club blanco saben que lo tienen difícil, ya que este organismo lleva diez años (increible pero cierto) sin dar una cautelar a un jugador del Madrid. El último caso esta temporada se vivió con Albiol, quien no fue perdonado por ningún organismo de la Federación y tuvo que perderse el derbi ante el Atlético de Madrid tras su rigurosa expulsión ante el Getafe.
Por tanto, el Madrid todavía tiene fe de que alguien de ese organismo corrupto llamado Federación entre en razón y quite o como mucho rebaje la sanción al jugador luso, que el único delito que ha cometido es romper sin querer la nariz de un futbolista cuando intentaba iniciar un contragolpe. De momento en el Real Madrid han planificado que el luso viaje a La Coruña por si finalmente el Comité de Disciplina Deportiva le da la cautelar. Aunque teniendo al jefe que tienen, cualquiera sabe por donde va a salir el sol...
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