Ramos, que viene jugando la mayor parte de la temporada como lateral, es un recurso al que Pellegrini ha recurrido en más de una ocasión esta temporada. En concreto, ésta es la cuarta ocasión en la que el de Camas ha jugado en el centro de la defensa. La primera de ellas fue ante el Villarreal en El Madrigal, cuando Garay se lesionó durante el transcurso del entrenamiento, circunstancia de la que se aprovechó el sevillano para ser titular en ese partido.
La siguiente fue ante el Getafe, en un encuentro disputado en el Bernabéu. Y es que, tras una más que rigurosa expulsión de Raúl Albiol, Ramos se vio obligado a abandonar su posición en el lateral derecho para jugar cerca de una hora en el centro de la defensa haciendo pareja con Pepe. Pese a jugar todo ese tiempo con inferioridad numérica, los blancos tiraron de orgullo para imponerse por 2-0.
Ante el Málaga jugó también toda la segunda parte de central, pero esta vez debido a una sobrecarga de Garay en el transcurso del primer tiempo, una lesión que también le ha obligado al argentino a perderse el choque de Riazor. Y debido a la plaga de lesiones, Ramos ha tenido que repetir en esa posición, con la fortuna de que, con su presencia el Madrid rompió con el gafe de Riazor, que duraba ya 19 años.
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