Lyon queda ya muy lejos

Tras la tormenta, del Olympique, llegó la calma, del Villarreal





Esto es, que sólo vale hablar sobre el campo y así lo hizo el equipo madridista ante la visita del Villarreal en la vigesimotercera jornada liguera. La situación era propicia para que el Madrid exhumara sus penas ya que, hasta la fecha, ningún equipo había logrado mancillar el impecable trayecto de los blancos en casa esta temporada en la competición local. 11 victorias en 11 partidos que se presentaban como una losa insalvable para los equipos rivales.

Y el Madrid cumplió con la rutina. Despejando las dudas sobre los problemas que tuvieron los merengues para dominar un partido en el Stade Gerland en el que los pupilos de Claude Puel supieron desactivar las vías de fútbol de los madridistas, los blancos golearon 6-2 a un rival que en la segunda parte estuvo totalmente vendido. Cristiano Ronaldo volvió a mostrar un fútbol espectacular y guió a un equipo que se apoyó también en los tantos de Kaká e Higuaín.

Con este resultado, el Real Madrid sigue manteniendo las distancias con un Barcelona que tampo da tregua, espera con la tranquilidad que da el trabajo bien hecho su próximo desplazamiento a Tenerife para enterrar allí también viejos fantasmas y contempla, a lo lejos, un partido de vuelta de octavos de final de 'Champions' para el que al Madrid le basta con cumplir con su buenas constumbres en el Bernabéu. Sí, una merecida calma en la 'Casa Blanca', pero ¿por cuánto tiempo?