Un fantasma que aún sigue muy vivo

Las dos Ligas robadas al Madrid en Tenerife no han pasado al olvido





Dos temporadas, la 1991/92 y la 1992/93, en las que Barcelona y Real Madrid se plantaron en la última jornada del campeonato con opciones de ganar la Liga. En ambos casos los blancos lo hicieron por delante de los blaugrana, aunque eso al final no tuvo importancia alguna, porque ya se encargaron los árbitros de hacer parecer que la ventaja la tendría siempre el Barcelona de Johann Cruyff. Es curiosa la historia del hombre del chupa - chups. Su equipo es considerado por algunos como el que mejor fútbol haya jugado en la historia, pero de las 4 Ligas que ganó, tres las hicieron gracias a las primas a terceros. En fin...

El primer precedente lo tenemos en la temporada 1991/92. Los blancos viajaban al Heliodoro Rodríguez López con un punto de ventaja sobre el Barcelona, que recibía en el Campo Nuevo al Athletic de Bilbao. Habiendo ganado se habría proclamado campeón, pero el árbitro y ciertas maniobras sospechosas de los blaugrana impidieron que esto sucediera. El colegiado, Raúl García de Loza, dejó de pitar un penalti a favor de los blancos cuando el resultado iba 1-2. Pero lo más grave ocurró fuera de los terrenos de juego, ya que el madridista Milla sufrió un intento de soborno procedente de Barcelona consistente en provocar su expulsión en los primeros minutos de juego a cambio de una compensación económica.

A la temporada siguiente volvió a repetirse la historia. El Madrid dependía de sí mismo para proclamarse campeón. Pero las primas a los jugadores del Tenerife procedentes de Barcelona, y el lamentable arbitraje de Gracia Redondo, que dejó sin señalizar tres claros penaltis a favor de los blancos y anuló un gol legal de Milla.


Casi 17 años después de eso, los fantasmas han vuelto a aparecer sobre la isla de Tenerife. Y es que los incontables favores que ha venido recibiendo el Barcelona a lo largo de esta temporada hacen pensar que pueda repetirse un arbitraje de similares características a favor de los tinerfeños. Bien es cierto que este Tenerife no tiene el potencial de antaño, pero los árbitros si que siguen teniendo la influencia de siempre...